Francisco José Carnicer Magán (Linares, 1991) se ha despedido por segunda vez de la que ha sido y es su casa: el Linares. La primera vez fue cuando era apenas un chaval de 18 años. Estaba en el juvenil de Liga Nacional y los problemas económicos del club, que lo llevaron a su refundación en septiembre de 2009, le obligaron, como a otros muchos canteranos, a poner tierra de por medio en busca de mejores oportunidades para su carrera deportiva.
Lo hizo con «todo el dolor de su corazón» porque atrás dejaba no solo al equipo en el que echó los dientes, sino a amigos íntimos con los que había compartido vestuario, pero también la grada de Linarejos, entre ellos el malogrado Fran Carles.
Fran Carnicer inició entonces un periplo que lo llevaría a disfrutar de la pelota con ascensos a Segunda División y partidos en el fútbol profesional. Sin embargo, siempre tuvo la espina clavada de no triunfar ante su público. Esa suerte cambió en el verano de 2019, cuando el destino quiso una llamada desde Linares cambiaría su vida. El conjunto azulillo estaba por aquel curso en Tercera, aunque con serias aspiraciones de ascender.
Su regreso a Linarejos no fue fácil. Le costó adaptarse a la categoría y nunca congenió con Juan Arsenal, quien el partido de play off frente al Real Jaén lo mandó a la grada ante el asombro de propios y extraños.
La situación de Fran Carnicer dio la vuelta por completo con el retorno a la División de Bronce. La llegada al banquillo de Alberto González supuso para el canterano recuperar la ilusión por el fútbol y su progresión fue espectacular hasta tal punto de convertirse en intocable en el once titular.
Una enfermedad estuvo a punto de costarle no solo su carrera, sino la propia existencia. El mediocentro sacó el coraje suficiente para curarse y retornar a los terrenos de juego con tanta fuerza que esta temporada ha firmado, quizá, uno de sus mejores años como profesional.
Ante el Deportivo de La Coruña, en Riazor, fue su último partido con la elástica azulilla y este martes ha anunciado entre lágrimas su marcha del «club de su vida» con destino al Eldense, equipo recién ascendido a Primera RFEF, que le ha puesto encima de la mesa un contrato irrechazable.
Se va enormemente agradecido y anteponiendo el futuro su familia a cualquier otra cosa, según ha dicho en la rueda de prensa, en la que sensiblemente emocionado y entre lágrimas ha dicho adiós a la que es su casa y su afición.
Fran Carnicer ha tenido palabras de gratitud hacia el presidente, el anterior director deportivo, Miguel Linares, los medios de comunicación, pero, sobre todo, la hinchada azulilla con la que desde el primer momento ha mantenido una conexión especial, básicamente porque es ‘uno di noi’.
Si fuera el club de tu vida no lo dejarías a cambio de dinero. «Un contrato irrechazable», dice. Ni que te lo hubiera puesto delante El Padrino.