Desde hace décadas, la comunidad científica viene describiendo los perjuicios originados por el modelo de ganadería intensiva. Los impactos que produce en el medio ambiente son notorios, lo suficiente como para comprender la inviabilidad de su desarrollo. Algo lógico, teniendo en cuenta que contradicen los objetivos de Naciones Unidas recogidos en el Informe Europeo de Desarrollo Sostenible de 2021.
Dentro de los impactos más peligrosos que producen las macrogranjas están la degradación del suelo debida a la sobreexplotación; la contaminación de aguas superficiales y subterráneas, condiciones de insalubridad animal, daños a la salud de las personas y, por último, un enorme problema para la gestión de los residuos producidos, amen de un gran perjuicio a sectores económicos, como el turismo, uno de los más importantes para Baños de la Encina.
El Ayuntamiento convocó a los vecinos para hablar, precisamente, de los efectos nocivos que tendría para el pueblo la implantación de una ganadería industrial intensiva porcina en el paraje de La Muela, en el término municipal de Bailén.
El alcalde, Antonio las Heras, informó a los asistentes de los pasos dados hasta ahora por el Consistorio bañusco para frenar este proyecto empresarial, con la presentación de una serie de alegaciones, así como la adhesión a las reivindicaciones que mantiene la plataforma ciudadana Bailén no a la macrogranja, cuyos portavoces participaron en el encuentro informativo.
La reunión, que se prolongó durante casi una hora, dejó claro que este es un «problema compartido» entre todas las localidades afectadas. «Beneficios no tiene ninguno y daños muchísimos», afirmaron desde la plataforma, que agradeció el apoyo que, desde el primer momento, presta el Ayuntamiento de Baños de la Encina a esta causa. Solo en Bailén la plataforma lleva ya recogidas 6.000 firmas, lo que constata el clamor social en contra esta iniciativa empresarial.