En un escenario, realista, sin cartón piedra, Toma Castaña desplegó lo mejor de sí mismo para poner en pie el Teatro Cervantes en una noche sin precedentes. Magia, embrujo, cante, baile, Andalucía en estado puro.
Guitarras, panderos, cascabeles, cajón, violín, zambombas… Villancicos flamencos interpretados al son de tangos, rumbas y bulerías. El baile y el compás convierten cada instante en una auténtica fiesta que el público comparte coreando, tocando las palmas e incluso coqueteando con subir al escenario. Puro espectáculo.
Toma Castaña, gestado en los barrios de La Viña y Santa María, puso color y música a la víspera de Nochebuena en una de las actividades más importantes de la programación navideña del área de Cultura.
La agrupación gaditana es un elenco de jóvenes valores y reconocidos artistas. Es mucho más que un espectáculo de flamenco navideño. Su musicalidad, flamenca por los cuatro costados, en un perfecto equilibrio entre tradición e innovación, desarrolla una creación artística de muy alto nivel, con letras dedicadas a estas fechas tan señaladas que hicieron vibrar al público linarense.
Pureza, raíz, gracia genuina de Cádiz y sofisticación musical se dan la mano en esta obra, que ha recorrido grandes teatros del país con un éxito enorme de crítica y público. Fruto de este éxito, Toma Castaña ha editado numerosos discos, con temas nuevos cada año.
Toma Castaña está dirigido por el tocaor Joaquín Linera, Niño de la Leo, un auténtico referente musical de Cádiz capital porque a su trayectoria jonda hay que sumar sus muchas intervenciones en el mundo carnavalesco.