Alma Minera viene de las salas de estudio de las universidades, de hogares de generaciones enteras de linarenses, curtidos en la mina o en las fábricas, pero también de la calle. «Somos gente currante, de casas humildes», asegura su líder, Adrián Ruiz García.
Politólogo y con un máster en Periodismo y Comunicación, encabeza la rebelión política del Linares más terrenal, «pegado a los problemas reales de la gente», asegura. «Lo nuestro no son los sillones, sino el contacto con los vecinos». Y así lo demuestra cada vez que se reúne con un colectivo social o vecinal.
Adrián Ruiz se ha pateado en los últimos meses muchos barrios para testar de primera mano la sensación que tienen los ciudadanos de su municipio. «No es nada buena. Una cosa es lo que dice el equipo de Gobierno y otra la realidad del día a día», advierte.
Este sábado, pancarta y bandera en mano, se marchó a una lluviosa Sevilla, junto con un grupo de militantes, para protestar contra la pérdida de derechos y libertades en #Andalucía. «Nuestra lucha está por encima de cualquier distancia. Linares nos necesita y nos quedaremos afónicos por nuestra tierra», afirma Adrián Ruiz, quien se pregunta, como el resto de sus compañeros, «dónde están los políticos que dicen representar a la ciudad».
No le falta razón. Salvo casos excepcionales, resulta raro ver a las máximas autoridades encabezando manifestaciones o reivindicando soluciones a las demandas de los linarenses. Su función es más de despacho y mesa camilla, buscando acomodo para repetir en las próximas municipales.
Alma Minera se retrata como un partido independiente, con un carácter eminentemente localista y donde confluyen integrantes de diferentes ideologías. «En la diversidad y la deconstrucción está la virtud. Sentido común y poner el corazón en cada cosa que haces». Es la máxima que rige el ideario de esta nueva formación nacida a la sombra de los desencantados con los partidos que anteponen su interés particular al general.
Su transparencia, a diferencia de otros, llega a tal extremo que no dudan en hacer público sus teléfonos para que la gente contacte con ellos para conocer de cerca su proyecto.
La práctica desaparición de Ciudadanos Linares, las dudas sobre CILU-Linares y la incógnita que representa Linares Primero, cuyo secretario general se enfrenta a un peliagudo proceso judicial, abre a Alma Minera la posibilidad de ganarse la confianza de los linarenses que siguen denunciando la falta de inversiones públicas, las conexiones por carretera y ferrocarril o los servicios públicos, además de un Ayuntamiento de Linares completamente transparente, algo que, a día de hoy, no sucede.