Una vez asumido que el único objetivo del Linares para este curso es la permanencia, el partido de esta tarde, a partir de las cuatro, se ha convertido en un examen decisivo ante un rival directo en ese desafío, el Pontevedra.
Pasaron será escenario de un choque entre dos equipos con dinámicas opuestas. Los pontevedreses han comenzado a respirar algo desde la llegada de Juan Señor al banquillo de Pasarón. Encadenan dos victorias y un empate y aún sueñan con recortar puntos para salir de la última posición y acercarse, de este modo, a la ansiada salvación.
Por su parte, el Linares mantiene una línea irregular que le ha hecho perder enteros en la competición. De mirar hacia arriba, el conjunto de Alberto González ha pasado a estar pendiente de los clubes que pugnan por evitar el descenso a final de temporada.
La plantilla ha viajado con la intención de corregir errores y dar otra imagen bien distinta a la del domingo pasado en el peor partido que se recuerda ante un flojo Fuenlabrada (0-2).
Así las cosas, los mineros necesitan ganar en el mítico Pasarón para no complicarse más la vida y encarar el calendario con la permanencia a tiro de piedra.
El técnico de Tolox podrá alinear a su mejor once, aunque se prevé, como en encuentros anteriores, que rote en el once.
Por su parte, el Pontevedra está mentalizado de que solo le vale ganar. La situación en la enfermería del equipo de Señor también ha mejorado considerablemente y sobre el césped se verá un «once de lo más competitivo».