Han pasado más de dos años y medio desde que comenzaron las obras para que Linares volviera a disfrutar de un mercado de abastos tras el derrumbe de la emblemática plaza de Santiago el 11 de marzo de 2018.
Este jueves el bullicio de los puestos de fruta, verdura, pescado, especies, flores, pan… ha regresado al núcleo comercial que conforman las calles Santiago, Baños y Serrallo, donde generaciones enteras de linarenses han hecho vida en torno a los puestos de los placeros.
«Es un día muy importante para todos vecinos. Por fin lo vemos abierto», ha suspirado el alcalde, Javier Perales, en la reapertura del mercado, donde ha estado acompañado por su equipo de Gobierno en pleno. «Ha quedado muy bien. Me gusta», añadía Trini, vecina de Senda de la Moza, que ha bajado con su pequeña para hacer la cesta de la compra.
«Está todo adjudicado», ha recalcado una más que feliz concejal de Consumo, María José Camacho, quien ha llevado el peso de la puesta a punto de este moderno y coqueto espacio, en cuya remodelación se han invertido 441.000 euros, financiados con recursos propios de la Administración municipal; 240.000 de Fondos Europeos (Edusi) y, por último, 180.000 correspondientes al Plan Especial de Apoyo a Municipios de 2018 de la Diputación Provincial de Jaén.
Además, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de los fondos Netx Generation, ha aportado 168.480 euros a través de una ayuda para financiar planes y proyectos de contenido tecnológico, innovador y de sostenibilidad.
«Me siento muy orgulloso del trabajo de todo mi equipo porque esta reapertura, sumada al nuevo parque comercial que presentamos mañana, hará que Linares vuelva a tener la posición comercial que no debió perder nunca», ha declarado el regidor a los medios de comunicación.
En esta obra, acometida en el antiguo mercado de fruta y verdura, se ha actuado en un total de 3.157 metros cuadrados, con una intervención completa tanto en la superficie baja relativa a puestos y anexos, como en la superficie del garaje y en el sótano y cámaras frigoríficas.
Sin embargo, su remodelación no ha estado exenta de polémica, sobre todo porque su puesta en marcha ha sufrido un importante retraso y ha sido con el actual equipo de Gobierno cuando ha tomado el impulso definitivo.