Linares no solo es llanto ni campaña electoral. Más allá de la política y del ruido de las redes sociales existe un mundo más amable. Desde esa amplitud mental, Espacio Rampa, que promueve Miguel Ángel Belinchón, Belin, junto con la artista mexicana Ana Karina, está consiguiendo armar a la ciudad de un verdadero centro cultural.
La búsqueda puede antojarse formalmente utópica pero es radicalmente posibilista, como demuestra el numeroso público que se acercó este sábado a la inauguración de dos exposiciones de arte contemporáneo: ‘La sombra de los muros’, del chileno Boris Correa, y ‘La vida es circo’, del granadino Francisco Alva Enciso, Falen, que sirvió, además, para estrenar la nueva sala ‘Francisco Baños’, dedicada al extraordinario muralista linarense.
La vida cultural de Linares no solo no se detiene, sino que ofrece una gran variedad de planes, como estas dos muestras que pueden verse hasta el 1 de julio y en las que se dan la mano arte y responsabilidad social.
‘La sombra de los muros’ corresponde a una colección de obras en las que Boris Correa muestra una exquisita maestría en el juego de tenebrosos claroscuros y desenfoques dramáticos que desemboca en un realismo fantasmal, con innegables influencias de Caravaggio y Velázquez.
Por su parte, ‘La vida es circo’ exhibe cuarenta cuadros de tamaño medio en los que el autor explora su punto de surrealismo que, de forma no pretendida, tiene algo de daliniano. Hablamos de dibujos y pinturas en la que el espectador recorrerá la imaginación del pintor de La Zubia a través una estática coreografía de marcados contrastes de luz. que representa lo más primario de la vida.