A pesar de sus esfuerzos, el comentarista político, que en los mejores casos lucha por la objetividad, acaba la mayoría de las veces vilipendiado por unos y por otros. La imparcialidad analítica y la militancia partidista son las dos fuerzas dialécticas que se debaten en el fondo de la conciencia. Claro que siempre hay un espacio para zafarse de esa agonía moral: simplemente, no ser comentarista político, apreciar la realidad de otra manera. Y esa es tozuda.
El 3 de agosto de 2017 se presentó en sociedad Todos a una por Linares. Una comunidad de ciudadanos surgida en Facebook que se convirtió en plataforma para «movilizar a Linares y su comarca, y reclamar ante las administraciones la urgente solución a la situación de decadencia que viene padeciendo esta ciudad», dijeron entonces sus portavoces.
Lograron convocar dos multitudinarias manifestaciones, viajar a Bruselas en busca de la ansiada Inversión Territorial Integrada (ITI) e, incluso, se reunieron con el candidato y posterior presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.
Seis años después de aquella explosión patriótica, la plataforma ni está ni se le espera. Se mantiene de manera testimonial en la red social y sus líderes prefirieron arrimar el ascua a su sardina y sumarse a otros proyectos políticos. «No es intención ni objetivo de esta plataforma constituir ningún tipo de formación política que aspire a gobernar o a presentarse a ningunos comicios municipales, esto es simplemente una iniciativa ciudadana», subrayaron los portavoces que, cosas del destino, acabaron concurriendo a las elecciones municipales,
Pasado el tiempo, los indicadores socioeconómicos de Linares no ha cambiado mucho y si lo han hecho ha sido a peor. Como ejemplo, basta con observar el padrón y ver cómo se desangra la ciudad.
Jaén Merece Más
Solo cinco meses antes, nació en la capital un movimiento ciudadano de similares características: Jaén Merece Más. También sacaron a la gente a la calle, reclamaron una ITI provincial y se reunieron con Juanma Moreno. La gran diferencia entre una y otra es la constancia, la tenacidad de sus dirigentes y la paciencia para dar el golpe en el momento justo.
El pasado 28 de mayo, después de convertirse en partido político, obtuvo tres concejales en la nueva Corporación del Ayuntamiento de Jaén. Tres representantes que tienen la sartén por el mango y de los que depende la gobernabilidad de la capital del Santo Reino.
El PSOE, ganador de los comicios, y el PP, con posibilidades de optar al poder, suspiran por sus vientos. Tanto es así, que les están ofreciendo todo a cambio de su apoyo. Jaén Merece Más, que ha conseguido representación en otros municipios de la provincia, se lo está pensando y espera al «mejor postor» para la conformación del Gobierno. Eso traducido en roman paladino significa muchos millones de euros para la capital de inversiones prometidas y no ejecutadas.
«Si Jaén antes valía un millón de euros, ahora vale siete o 12 millones de euros y eso lo tiene que pagar el mejor postor», ha dicho el cabeza de lista de la formación a la Alcaldía de Jaén, Manuel Carlos Vallejo, en el transcurso de una rueda de prensa en la que también ha apuntado que aunque ya han hablado con PSOE y PP «no hay nada decidido y todo es posible».
Los linarenses, muy dados a darse golpes en el pecho de patriotismo, verán desde la distancia la llegada de esos millones de los que habla Jaén Merece Más. Proyectos e inversiones que se harán realidad gracias a su unión y al concepto de comunidad que siempre ha imperado en este colectivo, exponente de la España vaciada en la provincia. ¿A quién culparemos luego?