Cástulo es una caja llena de sorpresas. Su pasado no solo se limita a las culturas íberas y romanas, también tiene vestigios hebreos. Esa es la hipótesis que se baraja desde que se descubriera en el yacimiento restos de una lucerna de cerámica con el símbolo de «La Menorá», uno de los elementos rituales más importantes del judaísmo.
Esto hizo que el equipo de arqueólogos de Cástulo propusiera hace unos años una nueva interpretación de un edificio de planta basilical excavado en los años 80 del pasado siglo por José María Blázquez.
El hallazgo despertó el interés del mismísimo Gobierno de Israel. El vicepresidente de la rehabilitación de la ciudad antigua de Jerusalén, Daniel Shukron, encabezó, en 2017, la delegación de su país que visitó Cástulo para conocer in situ más de sobre su pasado y la presencia hebrea en el conjunto linarense.
La idea que defiende el equipo de Marcelo Castro, director del conjunto arqueológico, (y que aparece en los folletos informativos del yacimiento) es que se trata de una sinagoga que se fecharía entre finales del siglo IV y principios del siglo V antes de Cristo.
Bajo el título «Cástulo, Sefarad: Primera Luz», este lunes empezó una campaña de excavaciones que pretende desenterrar el pasado judío de Cástulo. Quince profesionales y cuarenta voluntarios participan en esta iniciativa que está incluida en los proyectos de la Inversión Territorial Integrada (ITI).
La tareas se centran en una superficie cercana a los 800 metros cuadrados. Allí, los arqueólogos buscarán más indicios, mientras los voluntarios se ocuparán de realizar el cribado de los sedimentos para la recuperación de muestras y materiales arqueológicos procedentes de las excavaciones, así como la clasificación preliminar y el lavado de los mismos.
Este miércoles ha visitado el yacimiento delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén, Jesús Estrella, acompañado de el delegado de Turismo, Cultura y Deporte, José Ayala, y por la alcaldesa del municipio, Auxi del Olmo.