Son poco más de las ocho de la mañana. Gustavo Prieto Meléndrez llega a la Cafetería Lemans con una sonrisa en los labios. Allí, le espera su compañero de tertulia Juan Luis, con el que departe de la actualidad. En un momento dado de la conversación, su acompañante repara en una noticia de la sección de Deportes de Diario JAÉN. «¿Ese no eres tú?«, le pregunta con el dedo indicando la fotografía que ilustra la información. «Sí», responde asintiendo con la cabeza y una tímida mirada Gustavo Prieto.
A sus 54 años, acaba de ganar su primer torneo. Ha sido el Open Internacional de La Carolina, en la categoría B, después de realizar una competición casi perfecta. «Aún no me lo creo», relata a este periódico.
El triunfo de Gustavo Prieto es el de la constancia, la regularidad y el amor a un deporte que lleva en la sangre. Se federó en 1982, un año después de que Anatoli Karpov estrenara su palmarés en el Ciudad de Linares. En esa época coexistían en la ciudad varios clubes de ajedrez y había tableros en cada esquina.
El gusanillo por el deporte ciencia le entró tan fuerte que no ha parado desde entonces. Ha militado en el Politécnica, Colón, Torre de Mengibar, Cástulo, Fiancheto y Club Ajedrez Linares, al que pertenece actualmente. Con todos ellos se ha pateado los tableros de la provincia de Jaén y de Andalucía, con distinta fortuna. También tuvo una incursión en las ligas mayores de Cataluña, durante la década que residió en esta región. «Aprendí mucho allí», recuerda.
Con un Elo de FIDE de 1.890 puntos, Gustavo Prieto, gerente del añorado Long Rock, guarda como oro en paño la medalla de bronce que conquistó en el Andaluz juvenil de 1988, con la que consiguió el pasaporte para el Campeonato de España de la categoría. «Fueron unos tiempos maravillosos, en los que tuve la oportunidad de enfrentarme con jugadores que llegaron a grandes maestros y maestros internacionales», rememora para El Nuevo Observador mientras da los últimos sorbos al café.
Es un jugador aguerrido, como ha demostrado en La Carolina. Saca lo mejor de sí mismo en los grandes momentos, cuando otros dudan, cuando otros tiemblan, él frunce el ceño, resopla y ejecuta las jugadas con firmeza. Esa cualidad, y su capacidad de resistencia, hacen de Gustavo Prieto un ajedrecista a tener en cuenta en cada competición.
La primera edición del abierto carolinense, promovido por el también ajedrecista de Linares Alfonso Vilches del Castillo, ha contado con la participación de 35 jugadores llegados desde diferentes puntos del territorio nacional y de Holanda, Suecia o Ucrania. La victoria absoluta fue para el iliturgitano Francisco Javier Ruiz, tercer cabeza de serie, tras obtener cuatro triunfos y tres tablas.
Para Gustavo Prieto, más allá del éxito, lo más importante para él es el chute de ilusión y de energía que ha recibido. Y, por fin, rellenar una hoja de servicios irreprochable a la que solo le faltaba el título de campeón.
Fotos: Ajedrez Andaluz
