El fallecimiento de Miguel Lozano dejó un hondo vacío en el tenis de mesa de Linares. Su figura fue fundamental en la década de los 80 del siglo pasado para que esta disciplina deportiva se extendiera por toda la ciudad. Él fue el primer entrenador de algunos de los jugadores que, hoy en día, siguen compitiendo con la camiseta del Real Club de Tenis de Mesa Linares, aunque peinen canas, como Esteban Rodríguez Peralto, expresidente del club, y José Robles.
Rendir homenaje a un hombre de la naturaleza humana de Miguel Lozano es difícil, pero se ha dado un primer paso para que su memoria quede para siempre ligado a la entidad que fundó. Así, a partir de ahora, la residencia de estudiantes del Centro de Tecnificación lleve su nombre.
Miguel Lozano, un deportista primerísimo nivel, conciliador y trabajador incansable, perteneció a una de las primeras generaciones que introdujeron el tenis de mesa en Linares y que se atrevió con la formación de la cantera y la inscripción de equipos en las distintas competiciones.
En un sencillo acto y enormemente emotivo, directivos, jugadores, amigos y familia descubrieron la placa que identifica a este inmueble ubicado a la entrada del Parque de Deportes San José. «Recordar a Miguel Lozano es recordar los humildes inicios de este club, pero también es recordar a quien ya no nos puede acompañar con su presencia, pero si con su recuerdo», subrayan desde el RCTM Linares.
