Muchos linarenses, y andaluces, rellenaron el petate, en las décadas de los 60 y 70, con la esperanza de viajar a Cataluña, la tierra prometida, la de la industrialización y las televisiones en blanco y negro. Aquellos adolescentes que compraron un billete para recorrer más de 700 kilómetros a bordo del Electrotren Barcelona-Valencia-Sevilla, hoy son abuelos.
Sus hijos y sus nietos no olvidan, pasen los años que pasen, sus orígenes, aquella ciudad minera que abandonaron sus ancestros en busca de un futuro mejor. La mayoría, cuando se marchó, llevaba inoculado el gen azulillo.
El Linares, su Linares, es la excusa para recordar sus años mozos en el Paseo de Linarejos y viendo salir al Nazareno desde la iglesia de San Francisco. Sin embargo, desde la época dorada de la Segunda División, en los 80, los desplazamientos a Cataluña no han sido tan frecuentes.
Ahora, en Primera RFEF tienen la oportunidad de volver a disfrutar de su equipo del alma por los campos catalanes. Hace dos semanas, el propio Alberto González se quedó sorprendido al ver un nutrido grupo de seguidores en las gradas del estadio de Cornellá.
Esa imagen se repetirá este sábado en el Johan Cruyff, donde el conjunto azulillo se mide con el FC Barcelona B. Para que sienta el calor de la grada, la colonia linarense en la Ciudad Condal y alrededores se ha citado a las dos de la tarde en el ‘chiringuito de Yolanda’, que está al lado del campo donde juega el filial.
La iniciativa parte Agustín Guty Sánchez, un emigrado que, a través de las redes sociales, quiere congregar al mayor número posible de paisanos para apoyar a los pupilos de Alberto González en este importante encuentro por la salvación. Además, propone crear un grupo de WhatsApp para futuros eventos.
El objetivo de la ‘quedada’, al margen de su carácter futbolístico, pretende estrechar lazos entre los linarenses afincados ese territorio del país y, de paso, pasar «un buen día».
En sus cuatro visitas de este curso a Cataluña -Tarragona, Palamós, Sabadell y Cornellà-, el Linares solo ganó en una de ellas, ante el Costa Brava-Llagostera, pero en todos los partidos contó con el respaldo de aficionados que vibraron con el sentimiento que conservan intacto en sus corazones.
