No valen más discursos, ni más palabras de autoconvencimiento: el Linares debe ganar en el campo del Atlético Baleares si quiere mantener unas mínimas opciones de salvación. Lo único positivo del desplazamiento, por decirlo de alguna manera, es que el equipo azulillo conocerá los resultados del Mérida y del Atlético Sanluqueño cuando salté al césped del Estadio Balear, de modo de que sabrá en que condiciones afronta la antepenúltima jornada de Liga.
Sea como fuere, Romerito solo piensa en ganar y así lo ha transmitido este viernes en la rueda de prensa previa al encuentro. «Es una final», ha reconocido el técnico sevillano que, para colmo, tiene las bajas de los lesionados Fran Carnicer, Ángel Martínez, que abandona, además, la práctica del fútbol, y Antonio Marín, que está sancionado por la expulsión del pasado domingo frente al Atlético de Madrid B. Por el contrario, recupera a Javi Rentero. Gaspar Panadero también viajará a Palma de Mallorca.
En relación con el partido, advierte de que no será nada fácil ganar al Atlético Baleares, aunque no se juegue nada en el envite. «Están siendo competitivos, porque están dando minutos a jugadores jóvenes con vistas a la próxima temporada y, pese a que pierden, lo hacen por resultados muy ajustados».
Preguntado sobre su futuro, Romerito prefiere centrarse en el encuentro, si bien reconoce que su deseo es continuar ligado al banquillo de Linarejos si así lo estima el consejo de administración, ya sea en Primera o en Segunda Federación.