El Linares está obligado a ganar este domingo (12 horas) al Atlético Baleares en Palma de Mallorca para mantener unas mínimas opciones de permanencia. De lo contrario, podría estar virtualmente descendido a falta de dos jornadas para que culmine un desastroso curso del conjunto azulillo.
El Mérida hizo los deberes este sábado y goleó en el Romano al Intercity (3-0), por lo que se aleja de la zona de peligro. El único resultado positivo para los intereses del conjunto linarense lo protagonizó el Atlético Sanluqueño que cayó en el Nuevo Arcángel por tres goles a cero ante el Córdoba. El problema es que los gaditanos tienen el gol average ganado al cuadro de Romerito.
El empate en el Estadio Balear solo serviría para alargar la agonía hasta el siguiente domingo, en el que recibe al Alcoyano en Linarejos, dependiendo de terceros marcadores.
La plantilla azulilla se ha desplazado hasta las Islas Baleares sin Fran Carnicer y Ángel Martínez, descartados para lo que queda de Liga, y Antonio Marín y Samu Corral, sancionados. Son duda Javi Rentero, Duarte y Gaspar Panadero.
Con este dantesco panorama afronta el Linares el partido más decisivo de una temporada plagada de errores desde la parcela deportiva y económica por el anterior presidente, Jesús Medina, que, de confirmarse el descenso, sería el segundo desde que se hizo cargo del club.
Su rival no se juega nada en este envite. En Segunda Federación desde hace semanas, lo único que le queda al combinado balear es acabar dignamente la campaña.