Amanece un día caluroso en Linares, con las calles poco transitadas y los comercios a punto de levantar las persianas. Luis Vera Jiménez (Villanueva del Arzobispo, 1975) viene de camino de Baeza, ciudad Patrimonio de la Humanidad en la que reside con su familia.
A los 22 años se sacó unas oposiciones a agente judicial. Su primer destino fue en los Juzgados de lo Penal de la Audiencia Provincial de Sevilla, donde le tocó todo tipo de suertes: desde acompañar al juez de guardia al levantamiento de un cadáver por asesinato y hasta registros de drogas en barrios conflictivos de la capital andaluza.
A pesar de su juventud, ya venía «maduro y responsable» de casa, donde, con apenas 11 años, echaba una mano en el negocio familiar, el Café Bar La Parada de su pueblo natal. Luego se metió a empresario y montó academias de oposiciones, con notable éxito. Y, de un día para otro, se convirtió en el primer presidente del Linares Deportivo SAD.
Lleva en el cargo poco tiempo, desde marzo, pero ya le ha tocado vivir la cara amarga del deporte con el descenso a Segunda Federación, del que, sinceramente, tiene poca culpa, puesto que el desastre venía desde el mismo día de la composición de la plantilla.
Luis Vera, el mayor de tres hermanos, no quiere echar la vista atrás. Por su naturaleza y carácter, prefiere pensar en el presente y en el futuro en positivo. «Lo hecho está hecho», reflexiona antes de responder con «sinceridad» a las preguntas de El Nuevo Observador.
Apasionado de la música [de todo tipo] y de las motos, dedica el poco tiempo libre que tiene a la familia, su principal pilar. Está casado con Ángeles Rus y es padre de Noelia, estudiante de Psicología, y Luis, que juega en el cadete del Linares.
—¿Cómo se encuentra?
—Bien, ilusionado, con fuerzas y empezando realmente a conocer el mundo del fútbol desde dentro.
—¿Va a ser usted sincero?
—Todo lo que pueda. Le contestaré con sinceridad, y aquella pregunta que no pueda responder, me la guardo para los accionistas.
—¿Qué grado de autoridad tiene en el Linares?
—Este consejo de administración se divide en estamentos bien definidos. Carlos Hita se encarga de la dirección general del club, porque es un profesional del mundo del fútbol, mientras que mi labor está más vinculada al sector empresarial.
—Se lo pregunto de otra manera, ¿tiene mando en plaza?
—Todavía no he tenido que tomar ninguna decisión para imponer mi criterio en contra de otros. Tratamos de consensuar las decisiones en el consejo de administración. Lo único que hemos hecho hasta ahora es marcar las pautas y que la dirección general nos informe de los asuntos más relevantes de la gestión. No es necesario que estemos al tanto de todo lo que sucede, para el día a día están los profesionales.
—Resulta cuanto menos curioso que nadie conozca al resto del consejo, más allá de una foto el día de su constitución.
—Ellos se presentaron ese día. En mi caso, los conocí dos semanas antes en una reunión en la que me presentaron el proyecto y me propusieron la posibilidad de ser presidente. Querían a una persona cercana.
—Lo veo bien, el problema radica en que no viven en lugares lejanos, sino a un puñado de kilómetros de Linares. ¿No han tenido tiempo para presentarse a la afición?
—(Suspira) Es una decisión de ellos si se presentan o no públicamente. Han estado en partidos, pero, bien es cierto, que no han concedido entrevistas ni nada de eso.
—¿Tienen previsto encargar una auditoría?
—Sí, y mi deseo es convocar a una junta general de accionistas lo antes posible, si puede ser en septiembre, pero si queremos aportar datos y detalles es necesario esperar algo más de tiempo. Tenga usted en cuenta que estamos en pleno verano y que ninguna consultora nos va a hacer una auditoría en condiciones en agosto. Creemos que la auditoría la tendremos disponible para el mes de octubre o noviembre.
—¿Van a abrir los cajones entonces?
—Por supuesto. Queremos saber todo, no solo el cierre de cuentas a 2 de marzo, que es el que tenemos hasta ahora, mediante el informe interno que nos facilitaron. La auditoría nos dará más información y nos permitirá disponer de más datos para que los accionistas pregunten lo que deseen en la junta general.
—¿Cuánto dinero del capital social se llevó la deuda generada por la anterior junta directiva?
—Si me permite, esa información la daremos a conocer en la junta general de accionistas. Lo que sí le puedo avanzar es que no existe deuda alguna con la Seguridad Social, con Hacienda ni con jugadores o trabajadores de la entidad.
—¿Por lo tanto, el Linares está al día en sus pagos?
—Así es. Somos un club saneado económicamente.
—Ha manifestado que uno de sus objetivos es recuperar la cantera, con una estructura más sólida que dé frutos en un futuro.
—Es un proyecto en el que estoy muy ilusionado y, para ello, hemos traído a Rafael Perales. Creo que se van a hacer las cosas muy bien y a medio y largo plazo vamos a ver jugadores de la cantera en el primer equipo. Vamos a cambiar cosas y a tener gente preparada en distintas áreas.
—Imagino que, a diferencia de sus predecesores, irá a los partidos de las categorías inferiores.
—Le puedo decir que desde el 2 de marzo que soy presidente he estado en muchos partidos de la cantera. Es más, el día que me estrenaba en el palco de Linarejos contra el Sanluqueño que era a las cuatro de la tarde, estaba, a las dos, en Sevilla viendo al cadete. Me gusta mucho el fútbol de la cantera.
—¿Va a reforzar la sección de fútbol sala y los equipos femeninos?
—En ello estamos. Todos los equipos se van a estructurar mejor. Tenga en cuenta que todo es nuevo para nosotros, pero, evidentemente, vamos a incrementar la partida para las categorías inferiores.
—¿Qué sentido tiene traer jugadores de clubes de otras comunidades, teniendo un mercado tan amplio en Andalucía, qué es dónde va a jugar este curso el Linares?
—Entiendo lo que me quiere decir y, para eso, hemos firmado a Juan Antonio Milla, que conoce perfectamente esta categoría. La filosofía es esa, pero, sobre todo, contar con el mayor número de jugadores de la casa.
—Hablando de Juan Antonio Milla, ¿qué le parece?
—Me parece una incorporación muy interesante en tanto conoce el grupo, la Segunda Federación y los futbolistas de la zona. Y en su haber tiene un ascenso a Primera Federación. Creo que su perfil se ajusta a lo que buscamos.
—Respecto al asunto de los entrenadores, se han mantenido conversaciones con varios y los primeros de la lista han rechazado la oferta del Linares, ¿por qué?
—No he estado en las negociaciones. Esa cuestión la ha llevado directamente Cristian Sanz [director deportivo], porque es el encargado de construir el equipo. Desde mi punto de vista, lo está haciendo bien. Evidentemente, en algo se equivocará, como todos nos equivocamos, lo que esperamos es que sea lo menos posible. Debo aclararle que Juan Antonio Milla era uno de los nombres que barajábamos desde el principio. Lo que ocurre es que ustedes [la prensa] no se han enterado.
—¿Cuál es el objetivo real del club esta temporada?
—Estar lo más alto posible en la clasificación.
—¿Eso quiere decir el ascenso?
—Estamos haciendo una plantilla para ese objetivo.
—Por desgracia, el Linares ha renovado casi al completo la plantilla cada año, algo inédito en relación con otras directivas. Imagino que su idea será la de asentar el proyecto con vistas al futuro, es decir, no estar cambiando continuamente las piezas.
—En este caso, el descenso nos ha obligado a renovar el plantel para adaptarlo a la categoría. Obviamente, de cara a próximas temporadas la idea es mantener el máximo número de jugadores. Si lográramos el ascenso, pensaría lo mismo, teniendo como base el conocer el rendimiento de cada uno de los futbolistas. Todo dependerá de una evaluación final y de las necesidades.
—¿Cuánto percibirá el Linares por Fermín?
—Según nuestros datos, la cantidad no será tan alta como se ha publicado. Tenemos un derecho y confiamos en que se cumpla, porque nos vendría de maravilla ese dinero.
—Dicen de usted que es un buen empresario y una buena persona. ¿Es consciente del lío en el que se ha metido?
—(Sonríe) Me estoy dando cuenta ahora y le he de reconocer que he entrado en contra de mi familia. Soy una persona de proyectos y de retos. Lo llevo dentro. Sé que es complicado y difícil, pero como decían los Héroes del Silencio en su canción ‘Flor de loto’: «Nunca desprecié una causa perdida». Me atraen los desafíos.
—¿Cuál será su relación con las administraciones públicas?
—Me gustaría que fuera fluida con todas y que todas nos echaran una mano. Eso se traduce en que me quiero llevar bien con el Ayuntamiento de Linares, la Diputación de Jaén y la Junta de Andalucía. Las tres son prioritarias.
—¿La Diputación será patrocinador del Linares?
—Nosotros se lo hemos ofrecido, depende de ellos. Estaría encantado de que confiaran en nosotros, ya sea como patrocinador principal o de otra manera. No existe problema alguno. Pienso que los accionistas no se opondrían.
—¿Ve receptivo al tejido empresarial de la ciudad?
—Estamos trabajando en un proyecto dirigido directamente a las empresas de la localidad y de otros pueblos. Nos da igual su procedencia. Queremos hace un club fuerte de empresas que luego tengan su espacio en el nuevo estadio.
—Otra de las cosas que llaman la atención es el poco apoyo que tiene el Linares del resto de la provincia y de los pueblos de su entorno.
—Eso va a cambiar. No podemos vivir ajenos a la provincia y mucho menos a los municipios de su área de influencia. Vamos a abrir el club a la gente de otros lugares con campañas de promoción, partidos amistosos y otras iniciativas. Una de ellas, por ejemplo, ya la tenemos en marcha, que es invitar a canteras de otras poblaciones, como Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo, Úbeda, Baeza…
Carlos Hita lo sabe y lo ha hecho con éxito en el Recreativo de Huelva y en el Córdoba. Tenemos que ser conscientes de que la ciudad por si sola no da, por lo que debemos mimar más a los pueblos. La masa social tiene que ser de Linares y de los pueblos cercanos.
—¿Visitará a los alcaldes de esos pueblos?
—Mi figura está encaminada también a ese cometido de relacionarme con las instituciones y, entre ellas, se encuentran los ayuntamientos de otros pueblos. Trataré de visitarlos y de tener una relación cordial con ellos.
—Con el Ayuntamiento de Linares todo marcha miel sobre hojuelas, ha aumentado la subvención, están haciendo un campo nuevo…
—La verdad es que estamos muy contentos y agradecidos con el Ayuntamiento. No obstante, siempre pido más y ya le he trasladado que vamos a tener un problema gordo con las obras de Linarejos cuando desaparezca el campo anexo el año que viene.
Linares necesita cuanto antes la ciudad deportiva no solo por nuestro club, sino por el resto de equipos. Sé que están trabajando en ello y que tienen el dinero para las expropiaciones.
—¿Cuál es su deseo personal?
—Mi deseo personal es que Linares sea un motor para la ciudad y un sentimiento para la provincia, que se viva desde la familia. Me gustaría ver Linarejos lleno de padres, hijos, hermanos, abuelos, amigos… Que todos nos sintamos orgullosos del club.
—Sabe, de igual modo, que presidir un club con el peso histórico y social del Linares lleva un coste.
—Soy consciente de ello y mi familia también. Es cierto que, al principio, a mi mujer no le hacía ninguna gracia, pero, poco a poco, está más enganchada. Además, mi hijo juega en la cantera, por lo que el fútbol y el Linares ya forman parte del día a día de la casa. Ahora bien, si el Linares se convirtiera en un problema para la familia, me pensaría continuar.
—Judicializar la vida del club no creo que sea positivo para nadie. Entre sus planes está sentarse con Miguel Hoyos, cuya empresa Pop Hellanes posee el mayor paquete de acciones, y llegar a un acuerdo para evitar más demandas.
—Como bien dice, un proceso judicial no beneficia en absoluto a los intereses del club. Tampoco ayuda en nada que se hable más de lo extradeportivo. Por lo tanto, llegar a un acuerdo de cualquier tipo sería lo mejor. No sé qué es lo que ha pasado antes de mi llegada. Pero no podemos olvidar de que ese acuerdo lo deben alcanzar las dos partes a través de una propuesta. Si esta significa que el cien por cien del club pase a manos de Hoyos, ya le digo que no se producirá acuerdo alguno.
Una gran Marioneta…pobrecillo la que la caído….ni voz ni voto…
Luis medina