La moción de censura contra el alcalde de Linares, Raúl Caro-Accino, va tomando forma después de que las bases del PSOE e IU decidieran por amplia mayoría articular los mecanismos para desalojar al bipartito (Ciudadanos-Partido Popular) del Gobierno municipal.
Las asambleas de ambas formaciones progresistas no dudaron a la hora de emitir su voto. Consideran que la ciudad necesita un cambio de rumbo enfocado a la regeneración democrática del Ayuntamiento.
Los militantes del Partido Socialista respaldaron con un 93 por ciento de apoyos comenzar las negociaciones para la configuración de un nuevo Gobierno, mientras que en IU fue el 82 por ciento. Estos resultados dejan bien claro que la Administración local debe reconducir su rumbo ante “la incapacidad de cumplir acuerdos, la falta de transparencia y la mala gestión de Cs y PP», expresan desde la coalición de izquierdas.
El líder de los socialistas linarenses, Javier Perales, celebra la alianza de las fuerzas progresistas para avanzar hacia «un marco más democrático en el que prime el interés general de los linarenses». Asimismo, legitima los resultados de las asambleas porque son «los militantes los que han decido emprender el camino hacia un nuevo modelo de gestión centrado en los vecinos».
La suma de concejales de PSOE e IU no da para presentar la moción de censura, por lo que ahora todo queda en manos de lo que determinen los afiliados de Cilu. En este punto, cabe subrayar el profundo malestar que existe en el seno de la formación localista tras los últimos acontecimientos.
El voraz ataque de Caro-Accino y de su lugarteniente Noelia Justicia contra los tres ediles de Cilu ha sido constante desde que fueron forzados a abandonar el Ejecutivo hace un año, acrecentado esta semana con la denuncia interpuesta contra su líder, Javier Bris, por presunta sustracción de datos municipales de uso restringido.
Caro-Accino y Justicia lejos de establecer puentes de diálogo han tensionado aún más la vida política de la ciudad con un acoso y derribo a Cilu que ahora puede tener sus consecuencias.
El Partido Popular asiste atónito a la situación generada a poco más de un año para las elecciones municipales, puesto que se puede ver fuera de sus responsabilidades en el Consistorio sin que PSOE, IU, ni Cilu hayan mostrado una especial beligerancia hacia sus ediles. Así quedó demostrado durante el pleno sobre el Estado de la Ciudad, en el que la oposición cuestionó su manera de gestionar determinadas áreas, pero, al mismo tiempo, se reconoció el progreso experimentado en otros departamentos.
Queda también por conocer el posicionamiento final de Linares Primero, que, como avanzó este periódico, apuesta por la abstención, aunque no se sabrá hasta el último momento.
El alcalde se enfrentará a la posible moción de censura sin el respaldo explícito de Ciudadanos. Salvo un comunicado del secretario autonómico de Acción Institucional de la formación naranja, Javier Loscertales, en el que tachó de «sinsentido» la maniobra del PSOE, ningún alto cargo de Cs ha querido mojarse en este episodio.
