Ángel Sevilla no era difícil de encontrar. O estaba corriendo, caminando o en la pista polideportiva jugando al tenis, su gran pasión. Siempre con una sonrisa en los labios y con ganas de echar una mano en la Estación Linares-Baeza. Era un hombre tremendamente sencillo, pero, sobre todo, humano. La pandemia cortó de raíz sus sueños. El Covid-19 dejó a la Entidad Local Autónoma sin uno de sus vecinos más queridos.
Desde que tomó posesión del bastón de mando del Ayuntamiento, Melchor Villalba, tenía claro que Ángel Sevilla se merecía un homenaje de su pueblo y, por ello, de acuerdo con toda la Corporación, decidieron poner su nombre a la pista polideportiva una vez concluyeran las obras de remodelación que se han llevado a cabo con una inversión de poco más de 48.000 euros.
Fue un acto multitudinario, con la presencia de las autoridades locales, de la familia, de amigos y de estacioneros. «Se lo debíamos. Ángel Sevilla forma parte de la historia del deporte de la Estación, y pensamos que no hay mejor tributo que dedicarle la instalación en la que pasó tantas horas. Era un buen hombre», señala el regidor.
La emoción presidió una tarde llena de recuerdos, en la que, además del descubrimiento de una placa en honor de Ángel Sevilla y de los correspondientes discursos, se disputó un partido de fútbol sala entre los equipos de la Estación FS y el Lupión FS.
El alcalde no esconde la ilusión y el orgullo que representa para la ELA este momento tan especial. «Hemos luchado mucho, pero lo hemos conseguido. La Estación Linares-Baeza consigue todo lo que se propone, siempre de la mano de sus vecinos, el bien más preciado del pueblo», sentencia.