Lucía Marín, una de las directoras de orquesta más relevantes del país, regresó de Santander con una sonrisa en sus labios y la satisfacción de haber hecho felices a los espectadores que llenaron los dos pases de la representación de ‘La verbena de la Paloma’ en el Palacio de Festivales de Cantabria.
La linarense disfrutó como una niña con zapatos nuevos al frente de una precisa y disciplinada Orquesta Sinfónica del Cantábrico en el triunfal estreno de la nueva producción de Nuria Castejón del popular sainete lírico de Tomás Bretón con un acertado prólogo cómico-lírico, ‘Adiós, Apolo’, de Álvaro Tato y un excelente reparto, entre los que destacaban Antonio Comas, Milagros Martín, Borja Quiza, Carmen Romeu, Manuel de Diego y Ana San Martín.
Lucía Marín concertó con maestría y demostró su enorme capacidad para sacar lo máximo de los músicos en este exigente montaje que ofreció un punto de vista actual de los personajes y temas que trata, como los celos mal reprimidos o los malos tratos con el objetivo de modernizar sin cambiar la obra ni tener que desvirtuarla.


La orquesta actuó con una plantilla de 50 músicos, una de las más numerosas reunidas hasta la fecha por la formación cántabra, que estuvo junto al Coro Lírico de Cantabria, con la dirección de Elena Ramos y 40 coristas.
La nueva producción de la coreógrafa Nuria Castejón aprovechó el preludio como vistoso número de baile. Y esa inclinación natural hacia el movimiento aportó un rutilante dinamismo a toda su propuesta escénica, completamente tradicional y respetuosa con el libreto del sainetero Ricardo de la Vega.
Una régie que es también un homenaje teñido de nostalgia hacia sus padres Pepa Rosado y Rafael Castejón, dos históricos genéricos de la zarzuela. Con una atractiva escenografía de Nicolás Boni, que evoca los balcones del barrio de La Latina, el ambiente noctívago de la iluminación de Albert Faura junto a la distinción y el costumbrismo del vestuario de Gabriela Salaverri.
El recital fue un gran éxito de público que abarrotó la Sala Argenta en las dos funciones previstas, el viernes 6 de junio y el sábado 7. Fue una aventura musical inolvidable para la linarense Lucía Marín.
Fotos: Pedro Puente Hoyos