Un linarense y un madrileño fundan Puñalada Films, una productora que hará ‘correr ríos de sangre’

Manuel Molina y Miguel Mendiola se ganan el favor de crítica y público con su segundo proyecto, 'Olivos sangrientos', un corto que sigue la senda del cine de terror de 'Serie B'

Por:Javier Esturillo
7 octubre 2025
El linarense Manuel Molina y el madrileño Miguel Mendiola durante el rodaje de 'Olivos sangrientos'.

El año en el que nacieron el linarense Manuel Molina y el madrileño Miguel Mendiola (1999) dejó una buena cosecha de estrenos: ‘El sexto sentido’, de M. Night Shyamalan; ‘La milla verde’, de Frank Darabont; ‘El club de la lucha’, de David Fincher; ‘Eyes Wide Shut’, último film de Stanley Kubrick, y ‘Matrix’, de los hermanos -ahora hermanas- Wachowski, que marcaría un punto de inflexión para la ciencia ficción.

Pertenecen, por lo tanto, a la denominada Generación Z. Sin embargo, por una extraña razón, ellos decidieron romper las reglas en sus gustos cinéfilos y adentrarse en la ‘Serie B’, un tipo de películas minoritarias de bajo presupuesto, donde la sangre era más que nunca salsa de tomate. Siguiendo esa senda, marcada en este siglo por Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, han fundado Puñalada Films.

Una productora que está dando mucho que hablar con su segundo proyecto: ‘Olivos sangrientos’, recientemente premiada en el decimotercer Concurso Rodando por Jaén, en el que obtuvo el galardón al mejor corto de un equipo jiennense. En ese equipo emerge la figura de otro linarense, José Casas, cineasta multipremiado que no dudo ni un instante en apadrinar la idea de Molina y Mendiola.

Equipo de ‘Olivos sangrientos’.

El resultado es cortometraje que combina terror con buenas dosis de humor con un elenco de actores de la tierra encabezado por Amada Santos, Marcos Hita, Álvaro Gualda y Paola Olavarría. La obra se ha ganado el favor de la crítica y del público y promete un ilusionante recorrido por los principales festivales del género.

La cinta es lo más parecido a una ‘Matanza de Texas’ a lo jiennense. Esa Andalucía profunda llena de matices, rencillas, envidias, disputas familiares, que los directores Manuel Molina y Miguel Mendiola remarcan con acierto en su guion y posterior montaje.

Buena parte del mérito de ‘Olivos sangrientos’ radica en el potente trabajo visual del director de fotografía, Alex Catena, los efectos prácticos del artista madrileño Lagartija FX y en la «terrorífica» composición del músico y fotógrafo Sitoh Ortega.

Se trata, en definitiva, de un joya realizada por dos mentes talentosas que devuelven la dignidad y el respeto que merece al ideario cinematográfico del mejor terror de los 70 y 80.

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