Nada más saber el diagnóstico, los padres y madres de niños autistas reconocen que lo primero que sienten es miedo e incertidumbre. A pesar de lo mucho que se ha avanzado en el trastorno del espectro autista (TEA), todavía quedan muchas claves por desentrañar, sobre todo en la comunicación e interacción social de los menores que padecen está afección del neurodesarrollo.
Mar Troya Sampedro (Linares, 1996) es enfermera especialista en Salud Mental del Área de Gestión Sanitaria Norte de Jaén. Trabaja a diario con niños y adolescentes con autismo. También lo hace con sus familias. Por lo tanto, sabe de primera mano lo que les cuesta relacionarse con los demás, mantener conversaciones, comprender algunas situaciones sociales o hacer amistades.
Esa experiencia la ha plasmado en un trabajo que busca, precisamente, que estos menores conecten con el mundo a través de una serie de habilidades en un entorno estructurado, seguro y centrado en la calidad asistencial. Ese estudio se basó en una intervención grupal de siete sesiones (de 90 minutos), con ocho adolescentes de 13 a 15 años con TEA, que son atendidos en la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Linares.
Durante las sesiones, Mar Troya Sampedro fue desarrollando distintas técnicas de interacción entre ellos, como dinámicas grupales, juegos y técnicas de simulación en la que los participantes adoptan personajes para actuar en una situación específica, que puede ser real o ficticia.
Con ello, esta joven enfermera exploró distintos objetivos que parten del fomento de habilidades sociales, incorporando la observación clínica, acompañado de la interacción positiva, la empatía y la comprensión de las normas sociales. Todo ello sin olvidar los aprendizajes en el entorno familiar y escolar.
Este plan de Mar Troya ha obtenido el premio al mejor póster [programa] en el XII Encuentro de Enfermería de Salud Mental, organizado la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental que se celebró a mediados de este mes en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
Reconocimiento al trabajo en equipo
Para la profesional del Área de Gestión Sanitaria Norte de Jaén, representa un estímulo para seguir trabajando en un trastorno que afecta a 1 de cada 100 personas en Europa, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Además, sirve para visibilizar «la importancia de los recursos especializados en salud mental y evidencia cómo intervenciones bien diseñadas pueden marcar una diferencia tangible en la vida de los usuarios y sus familias», describe en una nota.
En su opinión, el reconocimiento consolida, de igual modo, «el papel de la enfermera especialista en Salud Mental, una figura aún bastante desconocida, que hace un trabajo esencial con los pacientes y su entorno».
Esta es la primera vez que, en la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Linares, una enfermera especialista lidera un grupo de habilidades sociales, aportando un enfoque práctico y cercano que genera oportunidades reales de aprendizaje social dentro de la unidad, que está compuesta por 26 profesionales.
