Luis Vera Jiménez cierra su primer año completo como presidente del consejo de administración del Linares. Los primeros meses de su mandato, en 2024, estuvieron marcados por un descenso de categoría y la constitución de la Sociedad Anónima Deportiva, condicionada desde el principio por la desastrosa gestión económica y deportiva de su predecesor, Jesús Medina.
El ejercicio que está a punto de acabar deja un «sabor agridulce» en el mandatario azulillo. Destaca la permanencia holgada en la inhóspita Segunda Federación conseguida en el curso 24/25, después de estar al borde del abismo, pero reconoce que la marcha en el presente deja luces y sombras. «Hemos visto muy buenos partidos, otros no tanto y algunos en los que hemos dejado escapar los puntos de manera incompresible», admite en declaraciones a este periódico.
La lectura que extrae, a falta de una jornada para cerrar la primera vuelta, es que hay margen de mejora y confía en que se atine en el mercado de invierno, al que la dirección deportiva acudirá para apuntalar las posiciones que más problemas están dando a Pedro Díaz. Eso sí, con recursos escasos, puesto que la parcela económica sigue limitando cualquier acción del Linares.
En este punto, Luis Vera destaca la labor que se realiza desde el consejo y desde la dirección general de la institución para obtener ingresos en el marco de las dificultades que entraña no disponer de una infraestructuras en condiciones a la hora de seducir a las empresas y a los propios abonados.
Al hilo, no oculta su preocupación por la demora que sufren las obras de remodelación del Estadio de Linarejos que lastran la posibilidad de generar la entrada de dinero por taquillas y otros conceptos. «Es un asunto que nos inquieta. Entendemos la situación y somos conscientes de los obstáculos que tiene el proyecto, pero nos condiciona en muchos aspectos», apunta con cierta decepción.
Se muestra, en cambio, contento con la dimensión que está adquiriendo la entidad con la creación de la Fundación, que es el soporte en el que se sustenta la cantera y más iniciativas vinculadas al crecimiento social del club. «Las categorías inferiores son muy importantes, porque representan el presente y el futuro del Linares. Hemos conseguido varios ascensos, con mucho esfuerzo y sacrificio. No es nada sencillo mantener a tantos equipos con los medios que tenemos», insiste.
Con vistas a 2026, el presidente no mira más allá del encuentro del próximo domingo frente al Melilla, un partido clave para asentar al equipo en la zona media de la tabla. «Vamos paso a paso, partido a partido. El objetivo es conseguir la permanencia lo antes posible. A partir de ahí, competiremos por llevar al Linares lo más lejos posible», remata el empresario villanovense.