Un linarense en la cuna del rugby español

Basilio Estudillo, una de las grandes promesas del Íberos, participa en el torneo internacional del emblemático Cisneros de la Complutense de Madrid

Por:Javier Esturillo
Basilio Estudillo, con el uniforme del Íberos Rugby, antes de participar en el torneo internacional infantil de la Fundación Cisneros.

Dicen que el rugby es un deporte para brutos jugado por caballeros. En apariencia más violento que su primo más famoso, el fútbol, en él trampas como los chapuzones en la piscina o las patadas por la espalda están completamente vedados.

No es necesario el VAR porque la palabra del árbitro es ley. Los colegiados yerran, pero se entiende como parte del juego y para muchos dudar de la honestidad del árbitro es atacar al espíritu mismo de este juego.

Los valores que proyecta son normas no escritas y casi todas van enfocadas a una cosa, que la batalla que se produce en el campo no vaya más allá del límite de la cancha.

Basilio Estudillo Galián se sabe de carrerilla todas las tradiciones que forman parte intrínseca del juego. Desde hace tres años está enamorado del rugby. De ello se ha encargado su padre, un apasionado de este deporte que este fin de semana soltó más de una lágrima cuando vio a su hijo enfundado en la camiseta del Club Cisneros, uno de los más antiguos de España.

Fue durante la celebración del XIV Torneo Internacional de Rugby infantil, organizado por la Fundación Rugby Cisneros, que se disputó en el Estadio Nacional de la Universidad Complutense de Madrid, donde hace solo tres semanas la selección absoluta masculina lograba de forma matemática su clasificación para el Mundial de Francia 2023.

Para el pequeño Basilio, de solo 11 años de edad, era todo un sueño pisar el mismo césped que Marco Pinto, Jon Zabala, Lucas Guillaume, Manu Mora, Matthew Foulds, Afa Tauli o Fred Quercy. «Aún no se lo cree», dice orgulloso su progenitor.

No es para menos porque estaba rodeado de los mejores canteranos de Irlanda, Portugal y España, divididos en más de medio centenar de equipos, de edades comprendidas entre los 6 y los 14 años. Él jugó en la categoría sub 12. Fue el único jiennense en el césped y demostró que el Íberos Linares, su club, no lo está haciendo nada mal con las categorías inferiores.

Basilio Estudillo fue invitado por el Cisneros a través de Fermín Fontecha, un madrileño de descendencia linarense que ha visto en el canterano del Íbero Rugby cualidades suficientes para progresar en este deporte.

En este prestigioso torneo, el joven jugador de Linares dio muestras de su calidad, al tiempo que disfrutó del ambiente de solidaridad y compañerismo que rodea al rugby. Su padre confía en que esta experiencia haya ayudado a crecer como jugador y como persona. Para el Íberos, representa todo un ejemplo. No en vano, ha disfrutado de un evento único con jugadores y jugadoras de distintos países y ciudades como Valencia, Granada, Sevilla, Ordizia, Pamplona, Llanes, Cartagena y Madrid, en un fin de semana que tardará en olvidar.

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