Alberto González no cambia de discurso, ni en los malos momentos ni tampoco en los buenos. Sabe lo que tiene entre manos y sigue pensando que el objetivo del equipo es la permanencia, pero sin renunciar al sueño de disputar una nueva promoción de ascenso. Lo que está claro es que al técnico del Linares le gusta competir, estar metido en la pomada, en el grupo de equipos que luchan por retos mayores.
Esa ambición se transmite en cada rueda de prensa, aunque advierte de que para soñar con cotas más altas antes hay que asegurar la salvación. Eso sí, reconoce que «está bien encarrilada». No obstante, pide calma al entorno porque todavía quedan muchos puntos en juego y este domingo su equipo no tiene un partido precisamente fácil ante el Unionistas de Salamanca que llega a Linarejos después de empatar ante el Córdoba CF.
El preparador azulillo, en su comparecencia de prensa ofrecida en sala de prensa Emilio Gijón Crespo, calificó al conjunto charro como «un rival muy difícil» con «un fútbol muy definido y va a buscar la victoria. Será un partido complicado», precisó.
González, que no podrá contar con Aitor Gelardo para este encuentro por lesión, destacó la fortaleza de su rival que «se ha reforzado bien» en el mercado de invierno. «Están compitiendo a un muy alto nivel, como demostraron hace una semana frente al Córdoba», añadió.
Por su parte, el entrenador del Unionistas, Raúl Casañ, también calificó el duelo de mañana de «difícil». «El Linares es muy buen equipo que viene de ganar dos partidos después de una racha mala. En su campo trabaja muy bien, sabe cómo y a qué juega», explicó en rueda de prensa.