Alberto González Fernández (Tolox, Málaga, 1979) no muestra ni un ápice de nerviosismo a pocos días de que comience el campeonato de Liga en el Grupo I de Primera Federación. Su discurso es sosegado y, en determinadas ocasiones, optimista, frente al pesimismo instalado en cierto sector de la afición por los resultados de pretemporada.
Tiene claro que el equipo será competitivo desde la primera jornada ante el Mérida, domingo a las 21:30, si bien no oculta que todavía quedan cosas por ensamblar en una plantilla completamente renovada, con la incorporación de dieciséis futbolistas. Por eso apela a la «paciencia», porque «todo requiere de un tiempo». «Los fichajes han ido llegando a cuentagotas y siempre cuesta un poco más la adaptación», reconoce el técnico a este periódico.
De lo que no le cabe duda es del compromiso y la disposición de los jugadores por competir al máximo nivel en una categoría que este curso incrementa su nivel en el Grupo I, con equipos del potencial del Córdoba CF, el Deportivo de La Coruña, la Cultura Leonesa, el Racing de Ferrol, el Real Madrid Castilla o los descendidos de Segunda, Alcorcón y Fuenlabrada.
Obviamente, reconoce que el objetivo es la permanencia, aunque, al igual que sus dos temporadas anteriores, encomienda la trayectoria del colectivo al transcurrir de las jornadas. Es decir, no ve más allá del choque frente al Mérida, en el que tiene las dudas de varios jugadores que arrastran molestias.
Mira al futuro tratando de solucionar las situaciones que pasan en el presente, por lo que volverá a apostar por las rotaciones en el once. «Soy partidario de cambiar la alineación en función del trabajo semanal y la situación de la plantilla», reafirma.
El plantel está prácticamente cerrado a la espera de la llegada de un jugador de ataque que se desenvuelva bien por banda, muy al estilo de Nando Copete, rival de su exequipo el próximo domingo. Del periodo de preparación de la temporada se queda con las sensaciones más que con los resultados, máxime si tenemos en cuenta que no ha podido contar con todos sus efectivos en ningún bolo veraniego.