Acaba de llegar y su concurso está siendo decisivo en la lucha que mantiene el Linares por la salvación. Álvaro Vázquez García (Barcelona, 1991) encarna las cualidades de un nueve: movilidad, velocidad, fuerza, definición, efectividad y calidad. Es un jugador sobresaliente que, por cosas del destino, se encontraba sin equipo cuando el director deportivo del Linares, Miguel de Hita, lo rescató de las sesiones de la Asociación Española de Futbolistas (AFE), donde se refugió después de su mala experiencia en la Ponferradina.
El líder del Grupo I de Primera Federación lo despidió al «no cumplir las expectativas» y para dejarle su hueco a Borja Valle. Así, el 1 de enero se fue a la lista del paro, a la espera de la llamada de otro club en el mercado de invierno. Y ahí apareció el Linares, equipo que, por ese tiempo, estaba hundido en la clasificación, por lo que hacerse con los servicios de un exPrimera no parecía misión sencilla.
Sin embargo, De Hita lo convenció para que se enrolara en el proyecto y asumiera el desafío de abanderar la alarmante falta de gol que tenía el equipo. Transcurrido poco más de un mes de su contratación, su fichaje está siendo, hasta el momento, todo un acierto. Prueba de ello son las cuatro dianas que lleva en solo seis partidos con la elástica azulilla.
Además de la referencia clásica, la que se avista desde lejos, la que marca el fuera de juego y los límites entre la zona del balón y la zona de peligro, es también una constante referencia cercana, que recibe y retiene con infinidad de salidas creativas, que dibuja continuos y largos movimientos de apoyo o amplias rupturas al espacio.
Este domingo, en el campo de Intercity, lo constató con un remate cruzado que sorprendió a Manu Herrera. Ese tanto representaba la remondada del Linares.
Carrera
Álvaro Vázquez comenzó en la Damm, donde estuvo hasta cadetes. Le echó el lazo el RCD Espanyol, donde creció como futbolista hasta debutar en el primer equipo con tan solo 19 años de la mano de Mauricio Pochettino en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid.
El atacante vivió, a partir de ese momento, una época dorada. Con la Selección Española de Fútbol disputó el Campeonato del Mundo Sub-20 de 2011 en Colombia y se proclamó campeón de Europa Sub-21 en Israel dos años después.
Posteriormente, firmó por el Getafe y pasó un año cedido en el Swansea de la Premier League inglesa. Tras otro paso de nuevo por el Espanyol, Álvaro Vázquez se curtió futbolísticamente en equipos como Gimnástic de Tarragona, Real Zaragoza, Sporting de Gijón y Sabadell en Segunda División. Luego decidió poner rumbo a otro país, a la India, hasta que puso rumbo a Ponferrada.