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Análisis | Comienza la campaña electoral de la incertidumbre en Linares

Están en disputa dos relatos: la resistencia de la izquierda y el empuje del PP al rebufo de los buenos resultados de las pasadas autonómicas

Por:Javier Esturillo
Una mujer se detiene en la zona habilitada para la pegada de carteles electorales en el barrio de La Paz. Foto: Javier Esturillo

El forcejeo político que vive Linares inicia el round definitivo. Once candidaturas aspiran a gobernar el Ayuntamiento. La cita decisiva es el próximo 28 de mayo en unas elecciones municipales cargadas de incertidumbre después de un mandato aciago, en el que la clase política local ha dejado mucho que desear desde que se constituyera la Corporación el 15 de junio de 2019.

Desde aquel día ha habido muchas más sombras que luces con la salida, por distintos motivos, de hasta diez ediles y la marcha a los no adscritos de dos más, por desavenencias con sus respectivos partidos.

Es decir, acaba con los renglones bien torcidos, después de una pandemia que conmocionó al mundo y de una moción de censura. Salvo por honrosas excepciones, se cierra uno de los capítulos más negros de la política municipal de la historia de la democracia.

Las once listas –PSOE, PP, Ciudadanos, Cilu, Izquierda Unida (que concurre con Más País y Equo), Linares Primero, Vox, Adelante Andalucía, Podemos, Mi Linares e Independiente por la Estación– deben convencer a un electorado desconfiado.

La sala de máquinas de los partidos ya está en marcha y dos relatos se disputan el bastón de mando: la resistencia de la izquierda y el empuje del PP a rebufo de los resultados de las elecciones autonómicas. Todo apunta a que la Alcaldía no se decidirá el 28M, sino, después, en los despachos con un pacto, en el que los conservadores tienen de las de perder en el supuesto de que tenga que echar mano de Cilu, por ejemplo, pues se niega a negociar con Raúl Caro-Accino en la lista de los populares.

La izquierda, por su parte, llega, otros comicios más, fracturada en distintas marcas, si bien IU ha logrado sumar a su proyecto a Más País y a Equo. Algo es algo, tras romper la confluencia con Podemos. Su mayor amenaza puede ser la abstención.

Hace cierto tiempo se hablaba de fidelidad de voto, del suelo que tenían determinados partidos y de los obstáculos para que alguien cambiara sus preferencias electorales. Hoy todo eso ha cambiado y la izquierda necesita más que nunca movilizar a sus votantes si quiere aspirar a gobernar Linares.

El resto de partidos, principalmente los localistas, confía en calar con su discurso ‘patriótico’, y en demasiadas ocasiones populista, para arañar ese puñado de papeletas que le permita entrar en el nuevo Ayuntamiento.

Caso aparte merece el Ciudadanos, utilizado por unos como trampolín y por otros como instrumento para alcanzar el poder. Pedro Cintero y su equipo se enfrentan a un futuro cargado nubarrones y con demasiadas interrogantes.

Por delante, dos semanas frenéticas que no solo se juegan en la calle, sino también en las redes sociales, donde se multiplican los perfiles falsos, los descalificativos, los mensajes de odio y los ataques incontrolados que rozan lo ofensivo.

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