El mapa del poder municipal se tiñe del color azul con el triunfo del Partido Popular, que aumenta de forma exponencial su poder en el Ayuntamiento de Linares. A pesar de que su candidata, Auxi del Olmo, no ha conseguido la mayoría absoluta, lo cierto que la victoria de los conservadores se puede definir en una palabra: rotunda.
El Partido Popular crece, absorbe Ciudadanos y tiene un aliado que sale fortalecido de la contienda. Todo lo contrario que el PSOE, que aguanta y no se hunde pero cae, y ve cómo sus aliados a la izquierda sufren el castigo de acudir desunidos y de estar en declive electoral.
Vox, la gran sorpresa
Lo del PP es un éxito histórico, porque Linares tendrá a la primera alcaldesa de la democracia, con permiso de Vox, la gran sorpresa de la jornada electoral. La formación de Santiago Abascal entra por primera vez en la Corporación y lo hace por la puerta grande, con dos ediles que serán indispensables para la proclamación de Del Olmo como regidora.
Vox ha obtenido 2.003 votos, casi el doble que en 2019, con una campaña de bajo perfil, basada en un programa común para todo el Estado. Sin apenas propaganda ni promoción, más allá de su presencia en la calle, Alberto Gragera y Marina Martínez conforman un arco municipal virado a la derecha que garantiza, en cualquier caso, cuatro años de estabilidad política en la ciudad, después de un desastroso mandato.
Curiosamente, Auxi del Olmo ocupará la presidencia del pleno con más concejales, pero con menos votos que en el máximo histórico del PP. Fue en 2011, cuando Antonio Martínez consiguió 11.412 papeletas e igualó con el PSOE a 11 ediles. El problema en esa cita es que Juan Fernández pudo sostenerse con los tres representantes de Izquierda Unida, cuando aún no estaba fraccionada en distintas formaciones y siglas.
División de la izquierda y debacle de los independientes
Precisamente esa división de la izquierda ha vuelto a ser determinante para restarle presencia en el Consistorio. Si se hubiera producido la confluencia entre IU, Más País, Equo, Podemos y Adelante Linares la suma hubiera dado 2.079 votos, superando a Vox y convirtiéndose en la tercera fuerza municipal.
Sin embargo, una vez más con programas muy similares y objetivos comunes han preferido ir cada uno por su cuenta con unos resultados desastrosos. Lo mismo que le ha ocurrido a Mi Linares y Linares Primero, cuyo desgarro ha dejado fuera a unos y a otros.
Mención aparte merece Cilu que ha pagado con creces su apoyo a PSOE y a IU en la moción de censura. Su descalabro ha sido tal que ha perdido la confianza de 2.843 ciudadanos de unas elecciones a otras. Ahora queda saber si continúa hacia adelante como formación política u opta por la extinción.
El PSOE crece en electores, pero se queda solo
La izquierda tiene una larga reflexión por delante. El PSOE debe asumir el error de una campaña electoral en el que no ha sabido conectar con el vecino indeciso y se ha visto superado por la ola de Juanma Moreno. Cierto es que ha crecido en número de votos, mejorando los resultados de 2019, con dos concejales más, pero estos resultados condenan a los socialistas a la oposición, en la que estará más solo que nunca.
El PSOE de Linares también ha sufrido los desaciertos de Pedro Sánchez que ha recibido en la ciudad y en todo el país un voto de castigo y de censura, coincidiendo con el esplendor del PP en Andalucía.
