Esta noche a las 24 horas se cierra la campaña electoral de las autonómicas del próximo domingo 19 de junio. Unos comicios en los que Linares se juega mucho dada la precaria situación económica que arrastra desde el cierre de la factoría de vehículos de Santana Motor.
La ciudad presenta los mismos achaques que hace cuatro años: desempleo, despoblación y pérdida de músculo industrial, a lo que se ha sumado un alarmante retroceso comercial, con la marcha de firmas tan importantes como El Corte Inglés y Zara. Sin contar la caída de emblemas para la cultura popular como el Hotel Cervantes.
Sin embargo, la presencia de los candidatos en Linares ha sido prácticamente testimonial. Ninguno, salvo raras excepciones, se ha enfrentado cuerpo a cuerpo con el ciudadano. Han preferido los actos de consumo propio y las visitas guiadas, para evitar en la medida de lo posible, el contacto dentro de una campaña tediosa y plana que no ha resuelto problema alguno de los antes señalados.
Han sido 15 días de fotos y más fotos, pero sin escuchar de labios de los principales líderes apenas propuestas para el municipio y su comarca, más allá de los tan cacareados planes de reindistrialización que, por otro lado, nunca llegan.
Así las cosas, este jueves estuvieron «de paseo» por Linares el presidente nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Ambos estuvieron de paso, puesto que los actos centrales en la provincia los celebraron en Jaén capital y en Andújar. Jugando en casa. Sacando brillo a la fidelidad. Y afianzando su poder con caras de un estatus nacional.
La campaña se acerca a su final. Y una vez más se ha vuelto a confirmar la tediosidad de los actos electorales. Parece una incongruencia. O incluso un chiste. Aburrir en actos fríos -contrarrestando a la meteorología- y planos mientras se pide la herramienta más poderosa a un ciudadano. Su voto. Como si la estrategia fuese ganar por aburrimiento.
Nada que ver con lo de antes, cuando los principales líderes nacionales se enfrentaban a recintos llenos de público. Como aquel 17 de mayo de 1993, cuando Felipe González cerró campaña con un multitudinario mitin en La Garza, o Julio Anguita, quien en más de una ocasión llenó el Pabellón Julián Jiménez. Sin olvidar los actos del Partido Popular en un siempre abarrotado Teatro Olimpia.
A partir del lunes, se verá realmente lo que Linares importa en el panorama regional con el nuevo Gobierno de la Junta que salga de las urnas.
