El 23 de noviembre de 2006, el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía, recogía una pregunta formulada por el diputado del Grupo Popular, Jorge Ramos, escrita meses atrás, a la entonces consejera de Obras Públicas y Transportes, la linarense Concepción Gutiérrez (PSOE), sobre la construcción del Centro de Transportes de Mercancías de Bailén.
En su respuesta, la consejera recuerda que esta infraestructura forma parte del «nodo logístico Puerta de Andalucía constituido por las actuaciones de Andújar, Bailén y Linares». El 4 de septiembre de ese mismo año, el Secretario General de Ordenación del Territorio y Urbanismo acordó la reserva de los terrenos para lo que se denominaría puerto seco de Linares.
Era una reivindicación peleada por el entonces alcalde de la ciudad, Juan Fernández, para que la comarca aprovechara su «privilegiada situación estratégica» en el tráfico de mercancías terrestre con conexiones a la red ferroviaria.
«Próximamente»
«Próximamente», «en unas semanas», «en breve»… Son los giros más empleados por los políticos de la Junta de Andalucía para expresar que algo sucedería pronto con esta demandada y ansiada intervención que «generaría riqueza, progreso y empleo» en el municipio.
Los terrenos adquiridos por el Gobierno autonómico para la implantación del puerto seco siguen ahí a la espera de su urbanización y puesta en servicio. El problema es que no avanza, está encallado. El proyecto está encima de la mesa de los responsables regionales del Partido Popular, al igual que lo estaba cuando al frente de la Junta estaba el PSOE, pero sin ver definitivamente la luz.
El área se ubicará -en un tiempo indeterminado- en el término municipal de Linares, delimitado al este por la línea de ferrocarril Sevilla-Madrid y al sur por la futura autovía A-32 (Linares-Albacete), tratando de aprovechar las ventajas competitivas derivadas de dicha situación, conectada a través del ferrocarril con los puertos y áreas metropolitanas de Andalucía, así como con el norte de la península y las redes transeuropeas.
Mociones y más mociones
El pasado mes de marzo, el pleno de la Diputación aprobó la enésima moción de apoyo al puerto seco. En esta ocasión, se aprobó la solicitud a la Junta de Andalucía para que agilice los trámites administrativos pendientes, los proyectos de actuación, los estudios ambientales, los planes funcionales y los planes especiales, para la rápida declaración de interés autonómico del puerto seco de Linares. La iniciativa respondía a una moción del PSOE que contó, además, con los votos favorables PP y la abstención de Ciudadanos.
La cronología de esta infraestructura está repleta de iniciativas de este tipo y de buenas palabras por parte de los dirigentes. El 17 de noviembre de 2007, la Junta de Andalucía suscribía un protocolo para el desarrollo del Área Logística Puerta de Andalucía con el fin de acelerar el paso. Ya entonces se hablaba de 51,6 millones de euros de inversión y de unos 4.200 trabajadores cuando estuviera a pleno rendimiento.
En marzo 2009 la Junta aprobó el plan funcional del centro de transporte de mercancías de interés autonómico de Linares. En ese momento se inició el procedimiento para su promoción y establecimiento. Pero, la difícil coyuntura económica del anterior marco de planificación de la Consejería de Fomento y Vivienda, 2007-2013, unido a la debilidad de la demanda en el sector logístico en la zona durante esos años, obligaron a reprogramar la actuación prevista en Linares para más adelante.
Desde esa fecha, la Consejería trabajó en la redacción de los documentos técnicos necesarios para poder iniciar la tramitación del proyecto de actuación para la declaración de interés autonómico, trabajo que concluyó a finales del mes de octubre de 2017.
Cuatro años después, ya con el Partido Popular en la Junta, la misma Consejería sacó a licitación el proyecto de actuación y estudio ambiental estratégico del área logística de Linares. Y, desde entonces, lo único que se ha sabido es que se sigue trabajando en ello, el presunto interés privado para el desarrollo de la infraestructura y que el su homónimo de Antequera está casi listo y será el cruce de los corredores ferroviarios Atlántico y Mediterráneo para posicionarse como la nueva zona logística e industrial de referencia en España.
