«El objetivo es optar a todo». Esa fue la afirmación de Cristian Sanz cuando fue presentado a mediados de junio del pasado año como nuevo director deportivo del Linares. Con el paso de las jornadas, su discurso fue variando dependiendo de las fechas y los resultados. Así se pasó a limitar las aspiraciones del plantel a la permanencia, porque, en su opinión, había clubes con mucho mayor músculo económico con los que difícilmente se podía competir en una categoría mediocre en líneas generales.
La temporada del cuadro azulillo se puede definir en una palabra: «resignación». La afición ha vivido momentos de auténtica zozobra en la piedra de Linarejos hasta tal punto de perder el interés por el equipo. El Linares se ha quedado a mitad de camino.
El principal problema ha estado en la planificación deportiva, con la contratación de un técnico prácticamente sin bagaje y de futbolistas rebuscados en mercados demasiados lejanos que, como el tiempo ha demostrado, no han rendido como se merece un club de la talla del Linares. Dicho de otro modo, «para ese viaje no se necesitan alforjas».
El consejo de administración cometió los mismos errores que su predecesor, Jesús Medina, máximo culpable de la caída en picado de la entidad y de la desafección que hoy padecen muchos hinchas hacia la camiseta. Al final, el nombre propio del curso ha sido un delantero de 37 años natural de Almodóvar del Río y que lleva por nombre Antonio Luis Díaz Sánchez, aunque se le conoce como Hugo Díaz. Sus goles han sido clave para evitar el descalabro.

Cambios a mitad de temporada
A mitad de campeonato, con un solo punto por encima del descenso, hubo que reestructurar el plantel y tirar de orgullo con Pedro Díaz, un entrenador que ha cumplido con creces su cometido. Y es que donde no hay mata no hay patata. Pocos de los fichajes de verano y luego de invierno se salvan de la quema. Algunos, como en los casos de Óscar Sánchez, Pepote o Yeray Lancha, por citar solo algunos, han pasado desapercibidos. Por un motivo u otro, sus incorporaciones no han cuajado.
Aunque esto no es nuevo en la entidad. Por desgracia, se ha repetido demasiadas veces en la etapa de Medina, cuyo único mérito fue hacerse con los servicios de Alberto González. De aquellos barros vienen estos lodos. Prueba de ello es la comprometida situación económica en la que se encuentra la entidad, ahora Sociedad Anónima Deportiva, hasta tal punto de que los jugadores del filial, pese a su excepcional campaña, solo han cobrado una mínima parte de la cantidad comprometida.
El curso futbolístico, que terminó este domingo con derrota en Chapín por dos goles a cero, también nos deja la retirada de una de las últimas leyendas de la historia azulilla, Rodri, quien decidió colgar las botas cuando todavía quedaba por delante toda la segunda vuelta.
El futuro es una incógnita. El presidente del consejo de administración, Luis Vera, deberá comparecer para hacer balance y un análisis más exhaustivo de cómo se encuentra la institución con vistas a la próxima temporada, además de aclarar qué pasará con Pedro Díaz.
Si se trabaja desde la cantera desde abajo física y psicológicamente con gente que sepa y le guste no solo por la pasta sacaríamos futbolistas de aquí para formar un equipo en condiciones…pero lamentablemente estamos donde estamos y gestionan hacen y deshacen los de siempre con su afán de protagonismo y su afán por destacar …esto no tiene arreglo…ni lo tendrá.Un saludo.
Solo un comentario acerca de esta frase “ desafección que hoy padecen muchos hinchas hacia la camiseta”, esto jamás y lo voy a volver a decir, JAMÁS!!!!! Recuerden que sabemos lo que somos, muy humildes, pero que “el Linares siempre vuelve”. Apoyo total a nuestra cantera por cierto.
Saludos.