Antes de la tormenta viene la calma. Esa es la Feria San Agustín, periodo festivo y de esparcimiento en el que los partidos velan armas antes del comienzo del curso político. Una vez llegue septiembre, se desatarán las hostilidades en un año electoral, en el que Linares se juega muchas de sus posibilidades de recuperación.
Las formaciones con representación municipal pondrán el pie en el acelerador para engrasar su maquinaria con vistas a la cita con las urnas de la próxima primavera. Lo primero que deberán hacer será despejar las dudas sobre los candidatos que encabezarán sus listas.
Salvo Linares Primero, que presentará a Juan Fernández, sobre el que pesa una condena de prisión por malversación de fondos públicos, se desconoce el nombre del resto de aspirantes.
La asamblea del PSOE determinará, a la vuelta de vacaciones, si va a primarias o, por el contrario, mantiene su confianza en Javier Perales, secretario general y alcalde. En principio, no está obligado a someterse al escrutinio de la militancia, puesto que en poblaciones con más de 20.000 habitantes el regidor tiene asegurado el número uno de la candidatura.
En cualquier caso, en estos momentos, para Perales es el menor de los problemas. Ante sí tiene otros desafíos mayores, como argumentar con hechos que la moción de censura estaba justificada.
Tras el desgaste de un año y medio durísimo, con el rearme del partido en la ciudad, el actual mandatario no podrá perder ni un solo día de trabajo. Tanto la ciudadanía como la oposición, siguen esperando los presupuestos del presente ejercicio, uno de los principales motivos que llevaron al PSOE y a IU, con el apoyo de Cilu, a desbancar a la coalición Cs-PP del Gobierno local.
Además, deberá presentar iniciativas para cambiar la deteriorada imagen de los barrios, la generación de empleo y acometer las intervenciones comprometidas por sus predecesores, que se limitan al Parque Empresarial Santana y la remodelación del Municipal de Linarejos.
Esto en lo que representa la letra gruesa de su gestión, pero va mucho más allá, desde la transparencia -deficitaria en este mandato- hasta la culminación de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi), cuya inversión ha brillado por su ausencia en los tres años anteriores, así como los fondos Next Generation de la Unión Europea.
El Partido Popular tiene el viento a favor. Todas las encuestas lo dan como el máximo favorito para ganar las municipales de mayo de 2023, aunque todavía no ha resuelto quién será su cabeza de lista. Sin un liderazgo evidente dentro de la formación conservadora, varios nombres suenan para suceder a Ángeles Isac en ese puesto. Enrique Mendoza y Ángela Hidalgo son dos de los dirigentes populares con más proyección, una vez que Auxi del Olmo optó por marcharse al Parlamento autonómico y que Mariola Aranda, presidenta local, parece encaminada a buscar la reelección en la Estación Linares-Baeza.
Ni Raúl Caro-Accino, desaparecido desde que dejó el bastón de mando, ni nadie de su equipo parecen tener las puertas abiertas de la calle Meléndez Pelayo. La decisión corresponde a Sevilla, pero solo su posible presencia en la listas levanta ampollas en las bases populares. Además, el presidente provincial, Erik Domínguez, ha dejado claro ante los suyos que «no es necesario buscar fuera lo que tenemos dentro». Discurso que también ha subrayado la propia Mariola Aranda en distintas entrevistas. Así las cosas, Mendoza e Hidalgo cuentan con opciones para liderar el proyecto político del PP linarense, si bien habrá que esperar hasta bien entrado septiembre para despejar la incógnita.
La desintegración de Ciudadanos es una realidad. Con el grupo municipal fracturado y pendientes de la designación de la junta gestora que ha de guiar sus pasos hasta los comicios, sus posibilidades de éxito en las urnas son escasas. Pedro Cintero y Rafael Funes son fieles a la dirección provincial, mientras que Antonio Barrios se perfila como el líder de la bancada naranja hasta el final del mandato.
Cilu es a todas luces el que peor pronóstico tiene. Mucho deben cambiar las cosas para que recupere la confianza de su electorado, desencantado con sus bandazos y, sobre todo, con su apoyo al PSOE para que prosperara la moción de censura. A estas alturas del partido, nadie da un duro por la formación localista, en la que Javier Bris se acicala para repetir como candidato.
El futuro Izquierda Unida pasa de manera inexorable por su capacidad de gestión en el equipo de Gobierno y su confluencia con otras fuerzas de izquierdas, como Podemos. Su espacio está muy delimitado a unos votantes fieles, que pueden desequilibrar la balanza en un momento dado.
Por lo que respecta a Linares Primero, Juan Fernández cuenta con el aval de la militancia, por lo que todo apunta a que encabezará la candidatura. Sin perder nunca de vista a Juana Cruz, quien ha ganado peso en la vida política local con el paso del tiempo. Habrá que ver de qué manera se enfrenta a un problema que se dirimirá en los juzgados en el caso del recurso presentado por el exalcalde ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Con este panorama, solo queda nítido que el Partido Popular, salvo sorpresa o error manifiesto, parte con ventaja para llevarse el gato al agua en las próximas municipales.
