Antonia Villarejo Rumí cumplirá, en poco más de un mes, 98 años, y luce más joven que nunca. Por ella no pasa el tiempo, a pesar de que su vida no ha sido nada sencilla, como la mayoría de personas de su generación. Este sábado estaba especialmente guapa. Se ha puesto uno de sus vestidos más bonitos, se ha maquillado y su cabello relucía marcando luminosidad a su rostro.
Esta semana, la concejal de Igualdad de Baños de la Encina, María José Lara, llamó a sus familiares para comunicarles que hoy recibiría un detalle del Ayuntamiento con motivo del Día de los Abuelos, que se conmemora este 26 de julio. Pasadas las once de la mañana, Antonia, madre de María y Miguel, abuela de seis nietos, once bisnietos y un tataranieto, esperaba en el sofá de su casa, ubicada a solo unos metros de la ermita de Jesús del Llano, la llegada del alcalde, Antonio las Heras, y la edil. «Que visita más agradable», ha comentado mientras caía alguna que otra lágrima por la mejilla de sus allegados.


El regidor le ha entregado una cesta con productos de la tierra que incluía, además, una dedicatoria firmada de su puño y letra para agradecerle «su experiencia, paciencia y amor incondicional» a su pueblo y los suyos.
Viuda de Joaquín Manrique, un hombre curtido en el campo, Antonia se ha dedicado al cuidado del hogar y ha sido -y sigue siendo- un pilar insustituible en la familia. «Es ejemplo a seguir para muchos de nosotros», ha reconocido Las Heras, que destaca de esta bañusca su «sencillez, humildad y buen hacer en la crianza de sus hijos y de sus nietos».
Antonia, cerca del centenario, mantiene una lucidez maravillosa. Su mente sigue tan inquieta como cuando era una chiquilla jugueteando por las calles de uno de los pueblos más bonitos de España. «Ojalá llegara a su edad con esa claridad mental», ha comentado María José Lara con cierta «envidia sana».

Lo saben todo, y no por soberbia. Ellos lo han vivido ya, no importa la edad. Por encima de libros y enciclopedias, los abuelos son la referencia, los sabios de la familia.
Félix Corpas Barragán nació en Baños de la Encina solo cuatro años después que Antonia. Rodeado de hijos y nietos, y acompañado por su inseparable esposa Rosa Sánchez (93 años), no ha podido ocultar su sorpresa cuando ha visto entrar por la puerta de su vivienda a las autoridades municipales. «Que bien te veo Félix», le ha dicho el regidor antes de leerle la carta con la que ha querido rendir un más que merecido reconocimiento a personas que ha contribuido al desarrollo del municipio. Personas que representan el consejo más visceral y cercano, la fortaleza sin hablar de físico, el amor más incondicional.
Félix y Rosa ha criado a seis hijos, que le han dado 15 nietos y 9 bisnietos maravillosos. A su lado también estaba su hermano Juan, de 91 años, agradecido por el gesto del Consistorio.

La familia ha preparado para la ocasión unos dulces custodiados por una botella de anís. Todo ello esmeradamente dispuesto una pequeña mesita del salón principal de la casa. «Es una día para celebrar una existencia llena de sabiduría, experiencia y dedicación», ha concluido Antonio las Heras.
El homenaje ha recaído en los tres abuelos más mayores de la localidad. Falta el de Manuela Villar, de 98 años de edad, que lo recibirá muy pronto en la residencia de mayores de Linares donde se encuentra. Con ello, Baños de la Encina quiere que sus abuelos sigan presentes en la memoria colectiva de todos sus vecinos.
Fotos: Javier Esturillo