Su nombre es María López Tristancho (Huelva, 1984), pero la conocen en los escenarios como Argentina. Este viernes pasó por Linares como un ciclón. Su recital en el Teatro Cervantes, dentro de la I Gala de la Hispanidad, se recordará durante mucho tiempo en la ciudad minera. Todavía resuenan en el recinto los aplausos de un público entregado a la vocación artística ilimitada de esta cantaora, cuya voz beneficia claramente al flamenco en el sentido más amplio.
Profanos y puristas se rindieron ante una mujer única para el cante tradicional, el de siempre, combinado con palos más frescos, pero con una actitud exquisita para interpretar cada uno de ellos. Disfrutó todo el mundo. Los que fueron a escuchar a una Argentina más densa y los que querían escucharla cantar por fandangos de su tierra, seguiriyas, malagueñas. granaínas o la taranta. Todo dentro de un estilo saludable y de un equilibrio reconfortante, haciendo relucir la voz, siempre con la tonalidad alta.
Fue un repertorio extenso en el que no faltaron las evocaciones al tango y a los sonidos habaneros, para cerrar conjugando el fado con la bulería por mor de ‘María la Portuguesa’, el homenaje musical que Carlos Cano hizo de Aurora Murta, aquella prostituta de lujo ayamontina, de fuerte carácter, y que ya sexagenaria ejerció el contrabandismo de Portugal a España.
Fue el mejor broche para confirmar el triunfo de una mujer que desde la primera entrega remontó a los cielos para dar una lección magistral de buen cante, impecable y preñada de sensibilidad, ritmo y armonía. Lógico que el público linarense se rindiera a sus pies.
Antes de que apareciera en las tablas del Cervantes, se interpretó el himno nacional de España a cargo de componentes de la Banda Sinfónica Ateneo Musical de Linares.
Fotos: Ayuntamiento de Linares
