Decenas de personas vestidas al estilo medieval acompañan el cortejo que se dirige al Castillo de Burgalimar a través de estrechas callejuelas. Los vecinos Baños de la Encina participan en el pasacalles ataviados con ropajes tradicionales, mientras suena en directo música de la época.
Al llegar a la explanada de la fortaleza, decorada con pendones de colores, un escenario recibe al público, donde un grupo de bailarinas mueven su vientre. .La estampa asombra por su imponente belleza. Ha caído la noche. La Plaza de la Constitución está a rebosar de gente. No cabe un alfiler.
Vecinos y visitantes revolotean por los puestos del mercado medieval. Ha comenzado la Noche de la Rosa, una de las celebraciones con más tirón del calendario festivo de Baños de la Encina. No en vano, representa un viaje extraordinario al pasado de un pueblo milenario.
La Noche Andalusí de la Rosa forma parte del programa ‘Vive Castillos y Batallas’ de la Diputación, que cuenta con más de 200 acciones que se desarrollan a lo largo del año en distintas fortalezas provinciales.
Como toda fiesta medieval que se precie, no faltan los pasacalles, los talleres, la artesanía, la música, el fuego, trovadores, danzarinas y, por supuesto, el buen yantar en las tabernas instaladas en la plaza. «Es una fiesta que se vive en la calle», asegura el alcalde de uno de los Pueblos Más Bonitos de España, Antonio las Heras, quien invita al resto de la provincia a visitar su localidad este último fin de semana de julio. «No hay un plan mejor», remata el dirigente municipal.
Fotos: Sonia O’Gorman
