BigMat Padilla, el poder de la sangre

La empresa familiar de materiales de construcción y bricolaje fundada por Miguel Padilla y María Molina sigue al pie del cañón gracias al empuje de sus hijos y la confianza de su clientela

Por:Javier Esturillo
Maribel Padilla dirige, junto con sus hermanos José y Juan Miguel, Bit Mag Padilla. Foto: Javier Esturillo

Miguel Padilla y María Molina llegaron a Linares a principios de la década de los 60 procedentes de Baeza. En aquellos años, las minas de plomo tenían los días contados, pero una empresa de maquinaria agrícola denominada Metalúrgica de Santa Ana emergía como motor económico de la ciudad y su comarca. Eran tiempos de prosperidad, crecimiento y ensanchamiento.

Miguel Padilla vio una oportunidad de negocio con la distribución de materiales de construcción y decidió montar su propia empresa con la ayuda de su mujer. Corría 1963, cuando se fundó Transportes Padilla en una vivienda con cochera de la calle Alicante. Allí, con mucho esfuerzo y sacrificio, comenzó a hacerse un nombre con la venta de ladrillos y cemento.

La firma da su primer gran salto en 1977 con su traslado a unas instalaciones mucho más espaciosas en la Carretera de Baños, donde amplía la nómina de clientes gracias a la diversificación de la compañía que, además de vender materiales de construcción, los transporta a cualquier lugar del mapa de la geografía andaluza y española.

La expansión de la empresa ya es un hecho y la incorporación de sus tres hijos, José, Juan Miguel y Maribel, al negocio familiar representa el espaldarazo definitivo a Transportes Padilla que, en 2006, se convierte en Sociedad Limitada y se alía con el Grupo BigMat, una multinacional del sector de la construcción y el bricolaje que, en la actualidad, cuenta con 500 empresas vinculadas y más de 700 puntos de venta propios y adheridos en España, Portugal, Francia y otros países de la Unión Europea.

Nace BigMat Hijos de Miguel Padilla, en la que el poder de la sangre ha convertido a esta firma linarense en todo un referente en productos vinculados a la construcción, reforma, bricolaje y ferretería, así como la distribución y grúas. Hoy, da empleo a nueve personas, más los tres propietarios, que han sobrevivido contra viento y marea a las sucesivas crisis que han sacudido al sector y a la ciudad.

¿Cuál es la clave del éxito? Los altos estándares de calidad de todos los productos, la atención personalizada, la presencia en ferias, la estrecha relación con marcas y proveedores y las facilidades de pago. No en vano, es el punto del grupo que más financiación ofrece a sus clientes.

Asimismo, destaca por mantenerse a la vanguardia y evolucionar con las nuevas necesidades de una sociedad que cada día toma más conciencia sobre el medio ambiente. En su extenso y variado catálogo de artículos podemos encontrar desde cloro para las piscinas hasta sanitarios, pasando por soluciones para el jardín, iluminación, electricidad, calefacción, suelos, cerámica, decoración, mobiliario, césped artificial y así un largo etcétera.

«Detrás de cada uno de nosotros no solo hay una familia y unos trabajadores de muchos años, sino la confianza de nuestros clientes que son los que hacen posible que BigMat Padilla presente una buena salud», señala Maribel Padilla, encargada de la administración de la empresa.

La rentabilidad de BigMat Padilla demuestra que las empresas procedentes de estirpes que siguen en manos de la saga familiar tienen un crecimiento más sólido, los márgenes son, también, más altos y su apalancamiento, menor, porque entre ceja y ceja de los herederos está mejorar el legado de los progenitores.

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Teresa
2 años antes

Fran empresas y buenas personas al cargo de una empresa líder.