Lo pequeño importa. Los largos mítines corales poco a poco van desapareciendo de las agendas de los partidos. Prefieren mezclarse con la gente para lanzar sus proclamas o arañar votos en procesiones o actos que, sin campaña electoral, pasarían desapercibidos. Pero todo vale para convencer al electorado de que su opción es la mejor para la gobernabilidad de Linares.
Hacía mucho tiempo que en la ciudad no se hablaba tanto del peso de formaciones hasta ahora marginales. Nadie concede, por ejemplo, grandes posibilidades a Adelante o a Podemos, pero, con lo ajustada que se presenta la batalla, los votos que reste al PSOE y a la coalición IU, Más País y Equo pueden ser decisivos. En el otro extremo, Mi Linares está echando el resto para mantener a Juana Cruz en el salón de plenos.
Sin duda alguna, el Partido Popular es el que más está peleando la calle. Hay toque de corneta para que desde el primero y hasta el último de la lista se pateen los barrios, las asociaciones de vecinos o la residencias de mayores. Para la formación conservadora, no puede quedar un linarense con derecho a voto sin conocer sus propuestas.
Auxi del Olmo ha paseado por el mercadillo, ha departido con las señoras que compran en las tiendas del centro y ha recorrido a pie los barrios de La Zarzuela o Villalonga.
El candidato de Adelante, Mariano Díaz, echó mano de Teresa Rodríguez para recibir a los vecinos a ‘puerta gayola’ a los vecinos en el Pasaje del Comercio, donde portavoz de la formación nacionalista pidió la construcción de trenes y vehículos eléctricos en Linares con el fin de saldar «la deuda de la reindustrialización» con este municipio, que destaca por estar entre los de mayor tasa de desempleo en España».
El cabeza de cartel de Podemos, Joaquín Jiménez, quizá el candidato más desconocido para el gran público, ha puesto en marcha una iniciativa llamada ‘Encuentros con la ciudadanía’, con la que pretende darse a conocer y de paso exponer su programa de Gobierno.
Este contacto directo luego se traslada a las redes sociales, a las que suben las fotos y los vídeos, algunos de ellos al más estilo ‘influencer’. Eso sí, sin faltar la sonrisa, los besos y la camaradería, aunque el político no sepa ni con quién habla.
Y que la propaganda electoral también se ha adaptado a los cambios digitales. Un ‘reel’ en Instagram, un hilo en Twitter o un video viral en TikTok tienen hoy más fuerza que un eslogan conmovedor y pueden llegar a decantar el voto. Como ya viene siendo habitual, en estas elecciones del 28 de mayo los resultados electorales dependerán en buena parte del calado de las redes sociales.