Hace tiempo que la sede del Grupo Municipal de Ciudadanos en la linarense Plaza de San Francisco apenas tiene actividad. Raro es el día que está abierta. Se ubica en un bajo que hace un par de décadas era el punto de referencia de los melómanos de Linares y la comarca. Allí estaba Discos Metrópoli.
En poco más de dos años y medio, el partido naranja ha pasado de tocar el cielo en las elecciones municipales, con cinco concejales y la Alcaldía, a ser una formación resquebrajada, prácticamente testimonial en el municipio y sin peso alguno en la dirección provincial. Tanto es así que durante la crisis de la moción de censura muy pocos dirigentes de Ciudadanos se atrevieron a sacar la cara por Raúl Caro-Accino.
La escenificación de la fractura del partido se produjo hace una semana en el pleno de marzo, en el que dos concejales -con carné de Cs- rompieron la disciplina de voto y dejaron al alcalde en la más absoluta soledad política.
Su situación se ha visto agravada por la salida de la Corporación de la concejal de Economía y Hacienda, Noelia Justicia, que ha optado por volver a la vida privada. El problema es que los siguientes en la lista se lo están pensando. No tienen claro que su sitio esté en un equipo de Gobierno dividido y sin mucho margen de maniobra frente a una oposición con mayor número de escaños.
En principio, el empresario local Fernando Martínez Padilla debe ocupar el sillón de Justicia. Sin embargo, este ya tuvo que abandonar el Ayuntamiento a comienzo del mandato debido a las presiones del PSOE. Su paso como Jefe de Información de Oficinas Municipales fue fugaz. El 1 de noviembre de 2019 hizo efectiva la renuncia por «motivos personales», tal y como consta en el decreto publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Su retribución como personal eventual estaba estipulada en 37.800 euros (brutos/anuales).
Si Fernando Martínez Padilla, gerente del Grupo Linared, entre cuyos clientes tiene al Consistorio linarense -como puede comprobarse en su portal de internet- declina la oferta, sería el abogado Antonio Barrios el encargado recoger el acta vacante, siempre y cuando acepte la propuesta de su partido. De no ser así, el relevo recae en María Rafaela Martínez, también abogada, y, después, en Carolina Higueras, formadora y empresaria. Ninguno de ellos de perfil político.
Del mismo modo, habría que ver si estos candidatos asumirían las carteras de la exedil Noelia Justicia o, por el contrario, hay una nueva reestructuración del Ejecutivo local.
Sea como fuere, el contexto para Ciudadanos no es nada sencillo, con una crisis interna que no solo afecta a la estructura del partido, sino al propio funcionamiento de la Administración municipal.
Solo Raúl Caro-Accino mantiene la fe en su propio liderazgo, cuando nada insufla el menor optimismo sobre su futuro. Por delante tiene numerosos retos que cumplir, entre los que se encuentran los proyectos del Parque Empresarial de Santana, la remodelación del Estadio de Linarejos, la apertura del nuevo mercado de abastos, que acumula más de un año de retraso, el desarrollo de la Edusi o los presupuestos de 2022, por citar solo algunos.
