Vannes es un municipio amurallado de la Bretaña francesa, situado en el noreste del país. Allí, Curro Coronel ha encontrado un hábitat perfecto para explotar todo el arte que lleva dentro.
El pasado mes de abril, en el margen izquierdo del puerto de la ciudad, abrió sus puertas el Bar Ruche artistique Éphémère et Fertile (BREF), heredero del Café Dédale. Un lugar atípico donde se concentra buena parte de la cultura de la región.
El sombrerero linarense es uno de los habitantes de BREF. Forma parte de lo que se denomina ‘Colmena de artistas’, con un espacio dedicado a talleres que comparte con otros creadores. Para Curro Coronel, representa una oportunidad maravillosa de intercambiar experiencias e ideas, ya que le permite conocer aristas de otras disciplinas, principalmente contemporáneas. Sin duda, un paraíso para todo aquel que quiere romper corsés.
Además, tiene contacto directo con el público, lo que hace aún más atractiva la propuesta de BREF. «Estar aquí es la oportunidad de poder desarrollar tu expresión artística con otros artistas, provenientes de diferentes campos», señala uno de los hatter -sombrerero- más prestigiosos que existen en la actualidad.
Nació y creció en Arrayanes, aunque se marchó muy joven de Linares. En principio, para jugar al baloncesto, pero cambió la canasta por el arte. Sus manos han pulido auténticas obras que han desfilado por la Semana de la Moda de Nueva York, han aparecido en más de una escena de Óscar Jaenada y se han colado en algún que otro directo de Leiva. Ha vivido en Granada, Londres, Ibiza, Tokio y Barcelona, donde es uno creador más que consolidado.