Las diferencias entre el Linares y el Málaga CF son abismales, aunque ambos equipos militen en la misma categoría. Dos equipos con un historial y palmarés diferente, con presupuestos diametralmente opuestos y con aspiraciones distintas. Los azulillos pelean por mantenerse una temporada más en Primera Federación con lo justo, mientras que los malaguistas, por pasado y masa social, necesita volver cuanto antes a la Liga del Fútbol Profesional.
Tan mañas desigualdades quedarán, previsiblemente, en nada en el terreno de juego (18 horas). En el césped de Linarejos, las fuerzas se equilibrarán y David pondrá a prueba a Goliat con las armas de la ilusión, el ímpetu y el respaldo de su hinchada.
La gran potencia que es el Málaga CF también buscará su cuarto triunfo seguido con el respaldo de más de dos mil aficionados que se desplazan a la ciudad minera para vivir una buena tarde de fútbol en un sitio que no visitan en partido oficial desde 1995.
Se mide a un rival con más hombres que nombres, cargado de juventud y con tremendas ganas de hacerlo bien, después de vencer al Real Madrid Castilla y al Córdoba, Óscar Fernández y sus chicos han preparado el partido el chute de optimismo que dan esas dos victorias y las buenas sensaciones que desprende el colectivo, pero conscientes de que no será nada fácil arañarle puntos a un equipo que también atraviesa un buen momento.
El Málaga, que podría repetir once por primera vez, acude a su primera salida en tierras andaluzas por el buen camino. Viene de ganar de manera consecutiva al Atlético de Madrid B, al Atlético Baleares y al Recreativo de Granada y sabe que la única manera que tiene de volver por la vía rápida a Segunda es siendo campeón, por lo que todos los puntos valen su peso en oro, aunque estemos al inicio de curso.