El pasado 25 de noviembre el diputado de Más País, Íñigo Errejón, registró una pregunta en la Mesa del Congreso al objeto de conocer más detalles sobre la subasta abierta por el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied) para la venta del Polvorín de Vadollano.
En el escrito remitido a la Cámara Baja, el parlamentario solicitaba información sobre los motivos por los que el Gobierno decidió sacar a subasta unos terrenos que pueden ser utilizados como apoyo a la futura Base Logística del Ejército de Córdoba; si iba a tener en cuenta la petición del Ayuntamiento de suspender el procedimiento o si había valorado la cesión de los citados terrenos a la Administración municipal.
La respuesta del Gobierno se produjo hace unas semanas y en ella confirmaba la recepción de la solicitud del Consistorio linarense para «suspender o dejar sin efecto» la subasta, algo que, por el contrario, no sucedió, puesto que el procedimiento siguió conforme a derecho y ya han adjudicado los 894.759 metros cuadrados puestos a la venta.
Asimismo, deja claro que previa a la petición de suspensión «no consta en el Ministerio de Defensa que el Ayuntamiento de Linares se hubiera dirigido al Invied manifestando su interés para obtener la cesión de los terrenos del asunto, por lo que no se había valorado dicha cesión», sentencia el Ejecutivo.
El recinto, utilizado como polvorín por el Ejército de Tierra durante décadas hasta su cierre 2012, fue una de las 51 propiedades que el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa sacó a subasta en diferentes puntos de España, a través de un anuncio publicado el pasado 19 de octubre en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Está situado en el término municipal de Linares, a unos siete kilómetros al noreste del centro urbano de la ciudad y unos 1.000 metros al noroeste de la estación de ferrocarril de Vadollano, según describe el Invied en su página web, en la que se añade que «el estado actual de conservación de las construcciones existentes puede considerarse ruinoso».
Se trata de un terreno de carácter rústico, vallado en todo su perímetro que tiene forma de polígono irregular en pendiente, en el que se construyeron una red de viales y dependencias propias de su uso como polvorín. Compuesto por dos fincas registrales, cabe recordar que no es la primera vez que sale a subasta pública. El Invied no ha hecho público el nombre del adjudicatario ni la cantidad por la que se han adquirido los terrenos.