El Linares y el Atlético Marteño dieron una auténtica lección de compañerismo y deportividad en la jornada que cerraba el campeonato en la Segunda Andaluza de Jaén alevín (fútbol 7). El equipo azulillo, que había logrado el título de campeón y el ascenso a categoría autonómica unas semanas antes, hizo el pasillo a su rival, último clasificado, con 22 derrotas, 177 goles en contra y solo 10 a favor.
Sin embargo, a pesar de no ganar ni un encuentro en toda la temporada y de saldar sus partidos con goleadas, el combinado marteño ha competido con honor hasta el final. Por ello, el técnico del Linares, Álvaro Casquel, habló con sus jugadores en el vestuario para pedirles que dieran un ejemplo de deportividad ante un rival que no ha faltado a ningún partido aún sabiendo de su inferioridad con el resto de equipos.
«Queremos formar personas por encima de todo, que conozcan los valores del deporte y sepan que todo en la vida no es ganar. Por encima de los resultados está el respeto al adversario», asegura el técnico minero, quien no solo evalúa el rendimiento deportivo de sus chavales, sino también el comportamiento personal y el académico.

No en vano, el objetivo es crear mejores personas con el convencimiento de que eso ayudará a modelar a futbolistas más buenos. Una teoría excelente en origen pero difícil de llevar a la práctica y que el Linares intenta plasmar con una apuesta clara y decidida por el ‘fair play’.
«La base de una buena cantera pasa por actuar de manera leal, correcta y respetuosa con los rivales. Es algo en lo que estamos trabajando mucho esta temporada», señala el responsable de las categorías inferiores del club linarense, Rafael Perales, cuya llegada este curso ha dado otro aire a esta sección del club.
Tan ejemplar fue el comportamiento de los críos de ambos conjuntos como el de los padres en la grada, especialmente los del Atlético Marteño que no pararon de animar a los suyos ni un segundo. Lo de menos fue el resultado final. Lo importante es que lo vivido en el anexo de Linarejos cunda en todos los campos para hacer más grande el deporte, donde debe primar lo humano a lo competitivo, sobre todo en edad de formación.