El actor Rafael Álvarez ‘El Brujo’ presentó este sábado en Baños de la Encina la obra ‘El Lazarillo de Tormes’ en el marco de la sexta edición de los Atardeceres de Burgalimar, que organiza el Ayuntamiento bajo el auspicio de la Diputación de Jaén.
El regreso del intérprete cordobés a la cita cultural bañusca representó un nuevo éxito en su prolífica carrera profesional. ‘El Brujo’ sedujo a las más de 250 personas que llenaban el aforo de la fortaleza en una tarde-noche de homenaje al teatro a través de la mirada del legendario pícaro novelesco, en una versión una versión cada día renovada, pero respetando la adaptación original de Fernando Fernán-Gómez.
El cordobés, con pasado tosiriano, se subió al escenario sin ropajes ni escenografía. Sólo con palabras, gestos, quiebros de voz, un bigote suyo y unos ojos llenos de idioma algo echados hacia delante. Es todo lo que necesita para hacer pensar a los espectadores. Lo suyo es teatro en esencia.
Escuchar a ‘El Brujo’ es estar atento y entender las virtudes de un clásico narra las desventuras de un pícaro, un joven de origen humilde, que sufre al servicio de sus amos. Los avatares por los que pasa Lázaro son un magnífico pretexto para plasmar una ácida crítica a la sociedad de la época, mas también a la actual.
Fue una exigencia esperpéntica desde la que extrema detalles, emociones, desastres, risas y desamparos. Aunque lo veas tan ligero de equipaje está lleno de nobleza y de exceso. Hay que poseer mucho amor por el oficio para brindar un espectáculo arrebatador que llenó de gozo y de satisfacción a todo aquel que tuvo el privilegio de verlo en uno de los pueblos más bonitos de España.