A ritmo lento pero constante, la construcción de piscinas sigue al alza en Linares. Según los datos del Catastro, actualizados a 31 de julio de 2025, en la ciudad hay 1.502 al aire libre, es decir, seis más que el ejercicio anterior y 167 más que en 2020, año de la pandemia.
En este registro catastral de construcciones acuáticas se incluyen tanto las existentes en parcelas de particulares, como pueden ser las de urbanizaciones de chalets de municipios, así como las piscinas de los hoteles o de comunidades de vecinos.
Curiosamente, el Catastro, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, solo tiene contabilizadas 13 piletas cubiertas en el término municipal. Un número que no se ha movido prácticamente nada en los últimos años.
En cambio, las instalaciones al aire libre ha ido aumentando cada año. Así, en 2020, había en Linares 1.335. De ese año a 2022, hubo un incremento de 151, coincidiendo con lo más crudo de la pandemia. A partir de ese periodo, la cifra se ha ralentizado bastante: 1.489 piletas en 2023 y 1.496 el pasado año, de acuerdo siempre con los datos del Catastro consultados por este periódico.
Es el Catastro el órgano que lleva el control de este tipo de instalaciones porque hay que tener en cuenta que están gravadas en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Contar con una casa con piscina privada no sólo tiene el coste que supone instalarla, sino que también hay que tener en mente el impuesto respectivo a tener esta piscina. En el caso de no tener declarada esta instalación también se tendrá que tener en cuenta el coste de la regularización.
Según el Ministerio de Hacienda, si la edificación de una piscina no se ha notificado e incluido en el catastro se deberá regularizar. Si se quiere que la piscina cumpla con las leyes establecidas su existencia debe figurar en el registro catastral. Además antes de comenzar con la obra se tendrá que pedir una concesión de licencia de obras por parte del Ayuntamiento.
