El próximo lunes, 18 de diciembre, el Consejo Superior de Deportes decidirá si aprueba o no la transformación del Linares en Sociedad Anónima Deportiva. Es uno de los puntos del orden del día que abordará la Comisión Directiva del máximo órgano del deporte español, tal y como ha confirmado a este periódico.
El proceso de conversión del club en SAD, que ratificaron los socios en asamblea, no ha estado exento de polémica y de él depende la viabilidad económica de la entidad. De no salir adelante, provocaría un desbarajuste de las cuentas, al estar hipotecado el futuro del Linares en esta transformación.
Tras el primer intento infructuoso por la incompatibilidad de uno de los accionistas que ya poseía títulos de otro club, el Linares retomaba el proceso este año.
Este nuevo régimen jurídico supone, no sin problemas, importantes modificaciones respecto de la situación anterior, particularmente en materia de órganos, aportaciones, base social, capital social y régimen contable y presupuestarlo, todo ello con la finalidad de lograr una mayor transparencia en la gestión, así como la efectiva profesionalización y responsabilización de los directivos de la entidad minera.
Fue el presidente, Jesús Medina, el que apostó por este procedimiento para salvar al club de la quiebra, debido a la deuda que arrastra de temporadas anteriores. La gestión del mandatario, que cobra un salario del club, así como gastos de representación, ha estado en la picota, no solo por los malos resultados deportivos de este curso, sino por los desbarajustes en el presupuesto.