Daniel Campos

El ciego que no quiere ver

30 octubre 2025

No deja de ser curioso, por lo revelador, y no deja de sorprenderme, en estos días de zozobra de la política sanitaria del Partido Popular en Andalucía, que solo hayamos asistido a la dimisión de la consejera de Salud, Rocío Hernández. Podríamos haber asistido también a la dimisión de alguno de los directores generales de su consejería o, por qué no y mejor aún, al cese del equipo político del ámbito sanitario de la Junta. Hubiese sido una acción que habría dignificado al presidente Juanma Moreno Bonilla.

Quizá él, acorralado por la nefasta organización en la atención primaria, se ha visto ahora superado por la caótica gestión del cribado del cáncer de mama, con declaraciones extemporáneas y desordenadas que han venido a sumar más angustia a aquellas mujeres que, de por sí, ya estaban asustadas.

Pero en estos días hemos asistido a un resurgir épico por parte del Partido Socialista. Como en los mejores momentos y como no sucedía desde hace años, el PSOE de Andalucía ha captado la sensibilidad del pueblo andaluz, se ha situado en el lugar adecuado y ha hecho un trabajo impecable con Ángeles Férriz.

Han sido solo dos semanas, pero suficientes para evidenciar la verdad sanitaria: Mariquilla ha sabido, con precisión quirúrgica y valentía, desarmar la retórica de la consejera y del presidente, y poner en evidencia a un gobierno autonómico más preocupado por la propaganda que por la salud pública. Y con la salud no se juega.

Con Ángeles, hemos ganado el PSOE, todos los compañeros y compañeras que nos hemos puesto al frente de la reivindicación justa de tantas y tantas mujeres. Pero, sobre todo, ha ganado Andalucía.

Y ahora, cuando deberíamos aprovechar para evidenciar un trabajo bien hecho, volvemos a meter la pata: compañeros enfrentados que ocultan el trabajo de la compañera; que, desde la ceguera personal, se aproximan de nuevo más a la oposición que al Gobierno; que no ven ni se ven como alternativa. Frente a lo colectivo, lo individual. Frente a lo de todos y todas, lo mío.

Así, en vez de reconocer y amplificar su voz y su trabajo, como han hecho los medios nacionales, se ha optado por un silencio cómodo y vergonzante, como si la tenacidad y la contundencia de nuestra parlamentaria fueran defectos en una política del Partido Socialista de Andalucía. Qué error.

Tenemos que felicitarnos porque la Junta de Andalucía vaya a revisar todo el protocolo de cribado de cáncer de mama. Es una buena noticia. Tenemos que felicitarnos por hacer del Partido Socialista una herramienta útil en un momento en el que es difícil recobrar la confianza. Y Ángeles Férriz lo ha hecho. Yo, al menos, desde aquí, la felicito. Y sé que muchos más, también callados, lo hacen.