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El cuento de Navidad de María

La generosidad del dueño del Pub Más Madera, de la gente y la mediación de la delegada de Inclusión Social dan un nuevo futuro a esta mujer sin techo de Linares

Por:Javier Esturillo
María, en el Pub Más Madera, con la ropa y el calzado entregado por la gente.

María duerme abrigada bajo los soportales que hay enfrente de la piscina cubierta de Linares. Cierra los ojos después pasear por las calles de la ciudad. Así lleva muchos años. Cada mañana, recoge el improvisado refugio que se prepara a base de cartones. Lo deja todo limpio, pero su presencia es «invisible» para el resto de los mortales.

Su historia ha saltado a las redes sociales gracias a la generosidad de David Díaz, propietario del Pub Más Madera, que está al lado donde María pernocta a la intemperie. Ella suele pasarse antes de dormir por el establecimiento para ir al baño. Una tarde David le ofreció una taza de café y unas pastas. María le contó su vida y se hicieron amigos.

El dueño del negocio se quedó impactado por el duro relato. Lo que más le sorprendió es que la existencia de esta mujer sin hogar pasara tan desapercibida. «Le duele que nadie hable con ella», comenta a este periódico David Díaz, quien decidió publicar un post en su Facebook personal con la experiencia que estaba viviendo.

De inmediato, encontró la solidaridad de la gente. Por ejemplo, Marina Herraiz le llevó ropa y calzado. Los trabajadores de la gasolinera de Las Américas le ofrecieron leche y dulces, y así sucesivamente. «A María, ahora le brillan los ojos», afirma David.

Su iniciativa, tan sencilla como tender la mano al que más lo necesita, ha encontrado la respuesta en una política local. Ángela Hidalgo es delegada Territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta en Jaén. Una mañana vio en la red social la publicación de David Díaz y, por la tarde, se pasó por el local a título personal.

Al conocer más detalles sobre María, no se lo pensó y empezó a mover papeles para que la mujer deje de vivir en la calle y pueda estar acogida en una de las residencias que tienen plazas reservadas para personas en riesgo de exclusión social. El gesto desinteresado de la responsable autonómica ha recibido el agradecimiento de David.

«Vino sola, en chándal, como una ciudadana más, y me preguntó por María. Le expliqué la situación y, desde el primer momento, me brindó su ayuda. Le estoy muy agradecido por ello», subraya el dueño del Más Madera, un establecimiento conocido en el municipio por su defensa de los derechos sociales y de la igualdad de las personas.

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Pedro
3 meses antes

Me parece magnífico…ojalá hubiera más personas como David…empezando por los de arriba los que tienen el poder de ayudar de mirar por los demás la vida sería de otra manera a ver si hechos como estos despiertan las conciencias y vamos dejando de mirar hacia….otro lado

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