En una semana de lo más atípica en el seno del Linares, llega el partido frente al Celta B en el Estadio de Balaídos (17 horas) con la principal novedad de la ausencia de Alberto González en el banquillo, después de llegar a un acuerdo con el club para teletrabajar y, de este modo, poder cuidar a sus hijas durante el proceso de separación en el que está inmerso.
Será su hermano y hombre de confianza Enrique el encargado de dirigir al colectivo azulillo bajo el auspicio del técnico de Toilox. Esta decisión sin precedentes en el fútbol español no ha alterado los planes del Linares de sumar un resultado positivo en su desplazamiento a tierras gallegas con el fin de estabilizar su rumbo de resultados.
Y es que necesita con toda urgencia detener la caída de puntos que le persigue desde el pasado mes de noviembre, cuando transitaba por la zona alta de la tabla. El cuadro que entrena Alberto González contabiliza ocho jornadas consecutivas sin conocer la victoria, con balance de cuatro de derrotas y cuatro empates. Su último enfrentamiento, contra el Algeciras, concluyó en tablas.
Enfrente tendrá a un filial que rompió la racha del combinado minero en Linarejos y que dejó una sensaciones extraordinarias. Más asentado en la categoría, el combinado Claudio Giráldez se cita con los linarenses con las bajas de Sotelo ni Manu Garrido, lesionados, pero con la vuelta de Martín Calderón.
