La última victoria ante el Alcorcón (1-0) confirmó el incontestable inicio de Liga del Linares, uno de los mejores de su historia en la tercera categoría del fútbol español, igualado con los comienzos de la temporadas 05/06 y 07/08, cuando sumó también cuatro triunfos y un empate en las primeras cinco jornadas.
En campañas anteriores de Segunda B, el equipo solo ofreció un rendimiento similar a estas alturas en esos dos cursos, aunque en ambos con mejor diferencia de goles: en 05/06 había anotado 7 goles y solo había encajado dos y en 07/08 llevaba 10 a favor y solo dos en contra. Ahora ha logrado 9 y ha recibido cuatro.
En aquellos cursos jugaría las eliminatorias de ascenso a Segunda División. En la primera llegó a la final, después de apear al Badalona, pero caer en la última ronda frente a la UD Las Palmas, mientras que en la 07/08 el verdugo fue el Zamora a las primeras cambio.
Obviamente, era una Segunda B de cuatro grupos y con menos potencial que la Primera Federación actual, donde el Córdoba lidera la clasificación con pleno de éxitos, cinco de cinco, tras imponerse en el Estadio Reino de León a la Cultural y Deportiva Leonesa por un contundente cero a tres.
Pero ni siquiera en la campaña del ascenso a la División de Plata en Puertollano, el Linares lo hizo tan bien en la cinco primeras jornadas de campeonato. Sumaba tres victorias, un empate y una derrota en una categoría compuesta, como ahora, por dos grupos.
El equipo azulillo presenta mejores números, como es lógico, en los arranques en Tercera División. Hasta en cinco ocasiones comenzó con cinco victorias consecutivas. Fue en los cursos 86/87, 97/98, 99/00, 14/15 y 19/20, según los datos de la historia reciente del club.
Independientemente de estas estadísticas, lo más importante son las sensaciones que desprende el conjunto de Alberto González y que, en estos momentos, le saca diez puntos a la zona de descenso.
El pasado año por estas fechas el equipo llevaba cinco puntos, gracias a una victoria, dos empates y otras tantas derrotas. El triunfo fue conseguido por Alberto González en Sanlúcar de Barrameda después de sustituir en el banquillo a Alejandro Sandroni.
