La historia de más 25 siglos se guarda silenciosa bajo los arbustos quemados por el sol de la margen derecha del Guadalimar, a tan solo siete kilómetros de Linares. Es la ciudad de Cástulo, habitada ininterrumpidamente desde el siglo IX antes de Cristo hasta el siglo XIV de nuestra era, y que manos expertas empezaron a sacar a la luz en la década de los años setenta.
Entre polvo arcilloso, picos, palas y constantes mensajes de ánimo, una veintena de jóvenes voluntarios de la ciudad, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, han trabajado a lo largo del 8 al 19 de agosto en el yacimiento en tareas de excavación, investigación y arqueología en una infraestructura hidráulica descubierta en la zona de estacionamiento, junto al Centro de Visitantes.
La mayoría de ellos, a pesar de ser linarenses y de la provincia, no conocía este patrimonio en profundidad. El III Campus de Voluntarios Cástulo Joven le ha dado la oportunidad de redescubrir la historia de uno de los yacimientos íbero-romanos más relevantes de Europa.
Guiados por la curiosidad, los jóvenes, entre ellos arqueólogos o estudiantes, han tenido la oportunidad de valorar la importancia de Cástulo. La concejal de Juventud, Paqui Díaz, agradeció su participación en esta edición el acto de clausura y entrega de diplomas acreditativos celebrada en la Casa de la Juventud. La satisfacción entre los voluntarios era generalizada y con intención de repetir la experiencia.