El Linares acumula una serie de problemas serios que impiden su crecimiento en el Grupo IV de Segunda Federación, donde vuelve a la zona de peligro tras la dolorosa derrota frente al Xerez DFC en el último suspiro por un fallo garrafal en el pase y a la hora de defender la contra que dio origen al segundo tanto visitante.
Pero más allá de los errores infantiles que comete el colectivo, impropios de futbolistas a los que se le presupone cierta calidad o al menos las condiciones mínimas para jugar en esta categoría, el Linares no acaba de carburar en casa. Hace tiempo que Linarejos pasó de fortín a estadio vulnerable en todos los sentidos, tanto el deportivo como el lamentable estado que presentan las obras de reforma un año y medio después de su comienzo.
Números de descenso como local
En lo estrictamente futbolístico, los números lo dicen todo: solo ha sumado nueve puntos de 21 posibles, además de encajar doce goles en los siete partidos que ha disputado hasta ahora como local. Atrás quedan las temporadas en las que los éxitos del Linares se fraguaban en casa, en las que era un equipo temido en su campo.
Hoy en día, se muestra como un adversario frágil ante su afición, producto de su falta de efectividad y de una defensa de papel. Los puntos se esfuman de Linarejos con demasiada facilidad. Su rendimiento disminuye de forma ostensible cuando actúa delante de su público. Al equipo le cuesta mucho jugar en casa, lugar en el que se debería sentir cómodo y que, en teoría, es la base para lograr la permanencia.
El Linares es, junto con el Estepona, el Atlético Malagueño y el Almería B, el peor equipo como local. Tiene siete puntos menos que la pasada temporada en la misma fecha de la competición, y solo ha sido capaz de doblegar al CD Miera (3-2) y al UCAM Murcia (2-1); en ambos casos con muchísimo sufrimiento.
Errores que cuestan puntos
Luego están los errores no forzados que comete el conjunto de Pedro Díaz. Equivocaciones o desaciertos por una ausencia total de concentración [véase el gol de Morante que ponía por delante al Xerez DFC] y por una zaga demasiado permisiva, con fallos individuales que constatan el nivel bajísimo de determinados futbolistas.
Pedro Díaz no da con la tecla y, al término del encuentro frente al Xerez DFC, se vio imponente en el momento resumir la derrota de este domingo. «Le regalamos los tres puntos», lamentó el técnico talaverano. «Hemos empezado muy bien el partido y les hemos creado peligro, pero esto va de no cometer errores y de acertar», apuntó Pedro Díaz.
Con todo, el último partido del año en Linarejos deja un mal sabor de boca y la sensación que la plantilla no da más de sí, que necesita ser reforzada en distintas posiciones para lograr el objetivo mínimo de la salvación.
